Cerrar

MÁS SE PERDIÓ EN CUBA

Ignacio Soria

Valencia debería hacernos reflexionar

Creado:

Actualizado:

Los funestos sucesos ocurridos en la comunidad valenciana invaden todas las cadenas de televisión y resto de medios de comunicación. No puede ser de otra manera. La terrible fuerza del agua se ha llevado por delante vidas humanas y ha dejado a distintas poblaciones totalmente arrasadas. Jamás habíamos visto tanta desolación. Hay personas que lo han perdido absolutamente todo y tienen por delante un futuro incierto. Los más jóvenes lo superarán, pero aquellos que ya habían vivido prácticamente su vida, y ahora merecían sus últimos años de tranquilidad y disfrute con los suyos, no se merecían esto. Nadie puede merecer una cosa así. Si hay algo bueno que puede extraerse de estas tragedias es la respuesta del pueblo. Y efectivamente, una vez más, el pueblo español ha dado ejemplo y ha salido al rescate de sí mismo. Me conmueve la solidaridad que desde todos los puntos de España ha habido para ayudar a quienes son nuestros hermanos. Pero por desgracia, a esa solidaridad que los españoles llevamos en el alma, va inherentemente unida siempre, el pronto olvido como también aquí ocurrirá. Alertaban hace unos días víctimas del volcán de La Palma o del terremoto de Lorca, que tras la también explosión de ayuda a sus municipios, a día de hoy continúan, en muchos casos, esperando las ayudas prometidas. Y es que si la mejor cara de estos terribles sucesos es como digo la solidaridad del pueblo, la peor cara es que por parte del gobierno competente no se haga lo moralmente necesario para ayudar a los ciudadanos. Estamos asistiendo a una guerra donde unos y otros se echan la culpa sobre lo ocurrido tras la DANA. Como dice un proverbio africano, “cuando los elefantes luchan, es la hierba la que sufre”. Estos días, he pensado que lo de Valencia nos debería hacer reflexionar. Asistimos a diario a cómo se gasta dinero público por parte de las administraciones en verdaderas chorradas por no decir gilipolleces, pero luego en los momentos en los que hay que estar a la altura del cargo que se ostenta, la mediocridad en el mejor de los casos, o la putrefacción humana en el peor de ellos, se hacen presentes. “Si necesitan ayuda, que la pidan”. Acuérdense. Ejemplos de ese derroche de dinero público que avergüenza al ciudadano lo tenemos de Norte a Sur y de Este a Oeste en nuestro país. Si hasta en la pequeña Soria unos malgastan dinero del contribuyente en comprar un palacio para no sé qué narices o en instalar cámaras de vigilancia en las calles, y otros entierran decenas y decenas de millones en un aeropuerto fantasma, ¿qué no se hará en otras provincias más grandes? Lo de Valencia debería hacernos reflexionar. Pero no será así. E insisto, dentro de unos meses, nadie se acordará de lo ocurrido allí salvo los damnificados que no podrán olvidarlo nunca. Víctor Hugo dijo una vez con gran acierto, “que entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay una cierta complicidad vergonzosa”. Ahí lo dejo.