ECONOMÍA
Un julio 'horrible' para el turismo
El mes de julio ha sido malo, muy malo. Horrible. Al menos en lo que al turismo hace referencia en la provincia de Soria. Los turistas, además de brillar por su ausencia, se han metido la mano al bolsillo con bastante menos asiduidad que otros años por estas fechas. Y es que la crisis está azotando con fuerza una de los pilares básicos de la supervivencia soriana. En los hoteles las camas vacías son una constante, y en las casa rurales más de lo mismo. Las mesas de los restaurantes aguardan a menos comensales de lo habitual y hay días que los establecimientos pierden más que ganan.
Y es que la única manera de calificar «una ocupación media del 20 ó 30%» que el Hotel Valonsadero ha registrado en el mes que acaba de terminar es de «desastroso», más aún si se tiene en cuenta que «el año pasado por estas mismas fechas estaba casi siempre lleno, o al menos al 90% de su capacidad». Ahora, sin embargo, hay que conformarse con la suerte en forma de clientes que traen las bodas algunos fines de semana «y poco más», admiten. Hasta tal punto ha calado la escasez económica en las tarjetas de crédito de los turistas que «aunque se queden a dormir, ya ni cenan aquí. Se traen la comida de fuera», reconoce un trabajador del hotel soriano.
En el Hotel Leonor las cosas tampoco andan mejor. «No creo que hayamos llegado al 40%». Y de ese porcentaje de visitantes que todavía se puede permitir el lujo de dormir en un hotel, no pueden desembolsar con la misma alegría que antaño. «Vienen menos y gastan menos».