DIPUTACIÓN
Pardo da marcha atrás y descarta las obras en la residencia de Ágreda
Tan sólo transcurrió un día desde que el presidente de la Diputación Provincial de Soria, Antonio Pardo, fijara en seis meses el inicio de las obras de la residencia de Ágreda hasta que la Comisión de Hacienda de la institución diese marcha atrás y ni tan siquiera incorporase en el orden del día que se celebró ayer el proyecto o la financiación de la residencia Sor María de Jesús. Así lo denució mediante un comunicado el Grupo de Diputados Socialistas, que acusó a Pardo de actuar "a impulsos, sin trabajo y a golpe de improvisación". Además, la institución que preside Pardo no sólo se replantea ahora la reforma de la residencia, sino que ni tan siquiera se ha puesto encima de la mesa un proyecto o la financiación necesaria para llevarla a cabo. Si el lunes el presidente reiteró, "para que quede claro de una vez por todas" y para "demostrar claramente y una vez más la vocación que la Diputación siempre ha tenido de no cerrar la residencia de Ágreda", a la primera de cambio dio marcha atrás y la Comisión de hacienda no sólo no preparó el dictamen prometido, sino que tampoco incluyó el debate. Por ello, los socialistas recuerdan que "se habló de la necesidad de tres millones de euros" y de aportar 500.000 euros del remanente, "que de no ser ejecutados en la presente anualidad volverían a Remanente de Tesorería". En este aspecto, se preguntan "por qué el señor presidente no centra sus esfuerzos en la búsqueda de la financiación necesaria y en la redacción del proyecto" a lo que añaden otras dos interrogantes: "¿Cree el señor Pardo que antes de finalizar 2010 podrá cumplir con la licitación?, o más bien, ¿se trata de un lavado de cara tras sus desafortunadas declaraciones al respecto que dejan claras sus intenciones?" Así las cosas, y tan sólo en un plazo de 24 horas, lo que según Pardo iba a ser el comienzo de unas obras en el plazo de "cuatro, cinco o seis meses" y un debate que comenzaría a plantearse ayer mismo en la Comisión de Hacienda, se ha convertido en un asunto sin construcción a la vista, que ni ha pasado a debatirse y que no tiene ni proyecto ni financiación.