TODOS LOS SANTOS
Miles de familiares llenan de colores el cementerio
El cementerio municipal de Soria volvió ayer a reunir a miles de personas que se acercaron para recordar a sus familiares difuntos. Las flores inundaron los panteones más lujosos, los nichos nuevos y las zonas más antiguas del Camposanto. Los hubo que llegaron desde Zaragoza, los que lo hicieron desde Teruel y los que ayer fue un día más de tantos y tantos que van a visitar a sus familiares casi todos los días del año. Para controlar la masiva afluencia de personas, un dispositivo especial de la Policía Local coordinaba en las inmediaciones el acceso al cementerio, así como la circulación de vehículos en las vías colindantes. Ya dentro, un mar de flores de los más variados colores recurda que siempre hay alguien que echa en falta a alguien; que nadie está totalmente solo. Celia y María son dos sorianas que limpiaron el panteón familiar «el miércoles pasado para prevenir». El domingo compraron las flores y ayer las llevaron. Otros, sin embargo, son más de todo en un día. Enrique y Maricarmen llegaron ayer de Zaragoza con su hija y el marido de esta para visitar a sus «padres, tíos y abuelos». Después comieron en la capital y vuelta a la capital aragonesa. «Venimos todos los años», aseguran. Juan y Alfonso, por su parte, son dos jóvenes que llegaron ayer mismo desde Teruel para visitar a su abuelo.
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