LA CAPITAL
Los comerciantes se rebelan ante el mercado temporal
Los hosteleros y comerciantes del entorno donde se construye el mercado provisional están que echan las muelas. Las obras están ocasionando en algunos casos recortes en los negocios que alcanzan hasta el 60%. Eliminadas las plazas de aparcamiento y habilitados unos ‘senderos’ para entrar en los locales, los propietarios de los establecimientos coinciden en que ante tanta molestia la clientela opta por otras ubicaciones. No es de extrañar que reclamen una solución y una fecha asequible de finalización de las obras. Desde el Ayuntamiento, el teniente de alcalde, Luis Rey, pide disculpas y a tenor de sus conversaciones con la empresa adjudicataria la fecha de finalización de las obras se mantiene: finales de febrero o primeros de marzo de 2011.
Rey argumenta que la construcción del subsuelo del futuro recinto ha estado condicionado por una serie de catastróficas desdichas. Para empezar, hubo que desmantelar una acometida eléctrica lo que impidió actuar sobre el suelo por seguridad laboral. «Para remate», cuando todo estaba preparado para la urbanización comenzaron los problemas de seguridad en la zona de Trabajo y de los sindicatos, con caídas de bloques que forraban la pared. Y ahora que toca hormigonar, no se puede por la climatología: los hielos y la nieve, sopena de que no llegara a fraguarse. Ante este panorama, los propietarios de los establecimientos ya no aguantan más.
En el restaurante Garrido, por ejemplo, el descenso del negocio se estima entre un 25 y un 40%. «Los clientes no entran porque toda la calle se ha cortado. Nosotros estamos de acuerdo con que se ejecuten las obras del mercado provisional porque cuando estén acabadas vamos a beneficiarnos todos, pero que no se demoren tanto. Hay que hacer las obras, sí, pero todo de una vez».
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