Pedrajas aumenta su ‘galería’
Si hablamos de Pedrajas, todos sabríamos decir -y ubicar- que se trata de una pedanía de Soria abazada por el Monte Valonsadero. Pero quizás no tantos sepan que allí, en ese pueblo de cuidadas casas de piedra, calles serpenteantes y alguna placita en cuesta, se encuentra un museo escultórico al aire libre, cuyas piezas se esconden, unas tras un rincón y otras, por el contrario, se aparecen de frente para que el viajero, o cualquier vecino, se detenga por unos segundos a contemplar obras que no son anónimas, pero que sí han salido de unas manos que no se afanan en el renombre ni en el protagonismo.
En aquella población de poco más de cien habitantes, encuadrada en los denominados Pueblos Negros de la sierra madrileña, las estatuas se integran en el paisaje campestre, en una iniciativa denominada ‘El Valle de los Sueños’, donde más de medio centenar de piezas se amalgaman con los robles y los valles, compartiendo tiempo, clima y espacios.
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