XV REENCUENTRO
Testigos de una eternidad
Sus testimonios son únicos. A lo largo de sus vidas han sido testigos de algunas de las etapas más convulsas de la historia reciente de España, como la dictadura de Miguel Primo de Rivera, la proclamación de la II República o el régimen de Francisco Franco. Aunque los años no pasan en balde, y todos van sufriendo los achaques propios de la edad -el más joven del grupo tiene 85 años-, ellos siguen ilusionados con juntarse una vez al año en la ermita del Mirón. Allí celebran todos los años, ya van 15 seguidos, un nuevo encuentro con sus compañeros del Bachiller del 36.
El ‘reencuentro’ de este año se produjo ayer a las 12.00 horas de la mañana. «Nos hemos juntado más de 30 ‘chicos’ y ‘chicas’ para celebrar el 75 aniversario del examen de ingreso que nos dio el acceso a los estudios de Bachiller», explicó José Sotillos, sacerdote jubilado y uno de los organizadores de la reunión.
Durante un día, todos ellos trasladaron sus pensamientos a los años 30. Recuerdos de las clases de francés de María Luz Navarro, anécdotas de pequeñas travesuras realizadas en clase, acontecimientos vividos durante su juventud...
Carmen García Guerrero, de 86 años, y Josefina Bonilla, de 87 años de edad, estuvieron en la misma aula. «Mi compañera era de las primeras de la clase», comentó Carmen. «Yo en cambio era de las normalitas; sacaba el aprobado de churro y, bueno, algún notable de vez en cuando», admitió sonriente,. Después puntualizó: «Las señoritas siempre me decían: ‘Señorita Guerrero, no haga honor a su apellido’», bromea.
Ambas compañeras recuerdan con nostalgia aquellos años y, cuando pasean por las céntricas calle de la capital y se aproximan al antiguo Instituto Nacional de Segunda Enseñanza (hoy conocido comoInstituto Antonio Machado), siempre se emocionan. «Cuando pasó por allí siempre me quedo mirando», señala Josefina.
Aunque no es su mejor recuerdo, 1936 está inscrito en los libros de historia como un año fatídico para el país. La Guerra Civil dividió a España en dos bandos que durante tres años se batieron en un campo de batalla que se extendió a lo largo de todo el territorio español.
«Nosotros durante los años de la guerra vivimos una vida feliz; eran aventuras nuevas», recordó Sotillos. «Apenas teníamos 10 y 11 años, y nos limitábamos a jugar y pasarlo bien». «Hombre, sabíamos que había una guerra y estábamos preocupados porque nuestros hermanos mayores estaban en el frente y, claro, siempre le tocaba alguno morir, pero en general los chicos jugábamos como ahora», indicó.
15 años
El XV Encuentro de los compañeros del Bachiller del 36 arrancó con una misa en la Ermita del Mirón que ofició Sotillos. «Cuando empezamos a organizar estas reuniones, las celebraciones las hacía Carmelo Jiménez que era también del curso», explicó. «Yo entonces era seglar, porque sólo llevo 13 años de sacerdote». Tras su muerte, un año tuvieron que buscar a otro cura para que oficiara la misa. «Cuando fui ordenado sacerdote continué con la tradición», apuntó
Durante la celebración, el padre Sotillos tuvo un recuerdo especial para los que fueron sus profesores y para todos aquellos compañeros que, por motivos de salud, no pudieron acudir ayer a la cita. «Cuando empezamos a organizar la actividad veníamos más de 50 personas pero ahora de media estamos unos 30», dijo. En este sentido recalcó que «se nos han muerto bastante personas ya».
Después de la celebración, todos ellos disfrutaron de una comida de hermandad en un hotel situado cercano a la Ermita. Durante la sobremesa no faltaron los cánticos habituales. Hubo estrofas dedicadas para Juan Sotillos, para Patrocinio Usón, para Aurora Barrera, para María Marañon... Fue un momento emotivo de humor en el que se dedicó una párrafo a cada uno de los asistentes.