El PP denuncia que hubo una orden de desalojo al inicio de la acampada

La acampada ilegal que tuvo lugar en Soria a finales del pasado mes de agosto fue uno de los temas que centró el debate del pleno municipal celebrado ayer. La portavoz del grupo popular municipal, Marimar Angulo, utilizó el turno de ruegos y preguntas para cuestionar al alcalde capitalino, Carlos Martínez Mínguez, sobre su participación concreta como máximo regidor de Soria durante la acampada.

Angulo llegó a cuestionar al primer edil si su actuación fue la que cabe esperar del alcalde de Soria para relatar a continuación algunas informaciones contenidas en los informes realizados tras la acampada, entre las que la portavoz popular subrayó la existencia de una orden de desalojo el viernes 19 de agosto por la tarde y «la decisión del alcalde de Soria y el subdelegado del Gobierno de abrir la pista posteriormente para dejar entrar a los campistas». Algo que negó rotundamente el alcalde de Soria que aseguró que la decisión de no desalojar no la tomó él sino que lo hicieron «las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que se vieron sobrepasados por la situación».

Angulo explicó ayer en el pleno que «según los informes» a las 18.00 horas del viernes 19 de agosto había entre 400 y 500 personas en Pinar Grande por lo que se dio una orden de desalojo a la Guardia Civil que los agentes comunicaron «persona a persona y tienda por tienda». El plazo para ejecutar dicha orden acababa a las 22.00 horas de ese mismo día y, siempre según relató la portavoz popular, algunos acampados decidieron marcharse ante la información de la Guardia Civil.

No obstante, según el informe al que aludió ayer Angulo «a las 23.45 de ese mismo día el teniente coronel de la Guardia Civil nos comunica que tiene orden del subdelegado y del alcalde de abrir la pista para dejar pasar a los jóvenes». Una situación que fue criticada duramente por la líder popular que instó al regidor soriano a dar una explicación de por qué «aunque el delegado del Gobierno había dado orden de cerrar el paso más tarde el subdelegado y el alcalde de Soria obligaron a que se abriera la pista».

 

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