MICOLOGÍA
Los primeros pasos del comercio de setaS
El ‘Manual para la gestión del recurso micológico forestal en Castilla y León’, presentado por la Junta de Castilla y León, está destinado a los gestores del medio natural y recoge en nueve capítulos toda la información relativa a la investigación, recolección, aprovechamiento, comercialización y gestión del recurso micológico subrayando su importancia ecológica y socioeconómica. La publicación incluye una introducción centrada en el programa de micología de la Junta de Castilla y León, una de las grandes apuestas de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que cuenta con proyectos como Myas RC, Micodata y Micosylva.
También se ha querido recoger una breve historia sobre el aprovechamiento micológico y la comercialización de setas en Castilla y León, temas en los que la provincia de Soria es pionera, ya que la comercialización comenzó en 1949 en localidades como Navaleno y San Leonardo. En este apartado se comenta que «tradicionalmente se han recogido numerosas especies de setas comestibles y medicinales por las gentes de Castilla y León, por lo que en justicia debemos considerar a su población, a nivel antropológico y cultural, como un pueblo micófilo». Así, se apuntan como las especies más tradicionales la seta de cardo y caña, la seta de chopo, la seta de álamo y la senderilla, gusarón o seta de carrerilla, recogidas para el autoconsumo.
Los expertos indican que en las Tierras de Pinares la especie más popular ha sido el níscalo, cuyo nombre hace pensar en su recogida antiquísima. Otras especies recogidas desde hace tiempo en las comarcas ganaderas son los lansarones o perro chicos, los champiñones, las setas de páramo... En comarcas forestales de pinares también se han recolectado los migueles, los huevos de rey, las setas de haya... Un sinfín de especies que han servido de alimento o medicina a nuestros antepasados y que hoy siguen poblando nuestros bosques.
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