Heraldo-Diario de Soria

DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

«Consiguió anularme como persona»

Imágenes de la concentración de ayer de Antígona. / Ú.S.-

Imágenes de la concentración de ayer de Antígona. / Ú.S.-

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B.S. / SORIA
Soria

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Aunque su cuerpo no muestra secuelas físicas, Yolanda esconde una dura historia detrás que le acompañará siempre. Víctima de malos tratos durante 10 años, se confiesa una mujer fuerte y lo es. En su momento decidió sobreponerse a las adversidades y salir adelante por sus hijos y a día de hoy relata su historia con el objetivo de poder ayudar a otras mujeres.

Directa, sin pelos en la lengua y sin miedo a dar la cara asegura que ahora ha llegado el momento de ir con la cabeza bien alta. Un acto de valentía que ella misma no se reconoce pero que se hace evidente en cuanto te adentras en su historia.

Yolanda comienza su relato asegurando que el problema de los malos tratos es que «conoces a una persona que realmente no llegas a conocer». Su caso se asemeja al de otras muchas víctimas. Los inicios de su relación fueron «maravillosos», él era «detallista y atento» pero «todo cambió» cuando se fueron a vivir juntos.

«La primera noche yo ya la pasé en el suelo llorando. Fue por una tontería, nos acabamos de ir a vivir juntos y en vez de recoger las cosas los dos juntos como hubiera hecho cualquier pareja, él se sentó a ver la televisión y yo me di cuenta de que mi presencia le molestaba», recuerda a la perfección. Yolanda asegura además que esa sensación de molestar en su propia casa le acompañó durante los 10 años que compartió con él e incluso también se hizo extensible a los dos hijos que tuvieron.

«Llegó un momento que yo dormía a mis hijos en el coche para que cuando llegásemos a casa le molestáramos lo menos posible».

Durante todo el tiempo que estuvo con su maltratador, Yolanda soportó palizas e insultos. Si bien una de las peores experiencias tuvo lugar un día en que la tiró por las escaleras y «me abrió la cabeza por dos lados».

Un auténtico infierno del que confiesa que es muy difícil salir una vez que entras. «Te llegas a enamorar hasta el punto de que no ves realmente lo que pasa. Tienen un poder absoluto para llegar anularnos como personas», explica.

 

(Más información en la edición impresa).

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