LA CAPITAL
El Ayuntamiento protege la ciudad con cámaras de vigilancia en siete zonas
El Ayuntamiento de Soria tiene instaladas cámaras de vigilancia en siete zonas de la capital, sin contar con las que se colocarán próximamente en el parque del Castillo. Aunque la función principal de la mayoría de ellas es velar por el control del tráfico, la Policía Local puede detectar a través de las imágenes que les llegan cualquier tipo de actos vandálico.
La mayoría de estos dispositivos, hasta seis, se encuentran colocados en las principales calles de la capital, ya sea por la densidad de tráfico que se registra o porque son zonas peatonales muy concurridas. Estas cámaras están pusieron en las zonas de Puertas de Pro, calle Numancia, Plaza del Rosario, calle Tejera, Mariano Vicén y calle Almazán. En estos dos últimos puntos hay dos.
El concejal de Obras y Servicios Públicos, Javier Antón, explicó que estas cámaras se colocaron a instancias de la Policía Local, ya que querían «tener imágenes del estado del tráfico para poder actuar en consecuencia». «La gente sabe perfectamente donde están», añadió el edil, con lo que «no se suelen» producir actos vandálicos en estas zonas. No obstante, matizó que en caso de que se registren sucesos se pueden utilizar, en el marco de una investigación policial, para identificar a los responsables.
Además, la capital dispone desde hace varios meses de un pionero sistema de vigilancia en la zona deportiva de Prados Vellacos, un espacio autónomo que se gestiona con la tarjeta ciudadana y que se controla directamente con el personal del San Andrés. Esta experencia piloto se valora como «muy positiva» desde el Consistorio, ya que, aunque su ubicación está un poco alejada de la ciudad, se han registrado unos 792 alquileres y no se han detectado destrozos de ningun tipo.
El próximo sistema de vigilancia que se instalará se ubicará en el parque del Castillo, con el objetivo de que los vándalos no vuelvan a destruir las cristaleras del espacio expositivo que tiene el Ayuntamiento en este enclave. Antón señaló que los técnicos municipales ya están en contacto con la empresa que gestiona este servicio de vigilancia, para desarrollar todo el proceso técnico de obtención de la señal de vídeo y que llegue a los servidores del Consistorio. Una vez superado este trámite, se incorporaran las cámaras a esta zona.
Mobiliario urbano
Los datos de la memoria anual que publican los Bomberos de Soria revelan que la quema de contenedores, papeleras y demás mobiliario urbano se ha desplomado un 44%, ya que el año pasado se registraron 25 sucesos de este estilo frente a los 45 de 2008.
Antón explicó que hace unos años la quema de mobiliario urbano se produjo sobre todo por la actividad de un pirómano en la ciudad, y recalcó que en otras ocasiones este tipo de incidentes se producen por descuidos, como depositar ceniza o depositar tabaco en estos espacios sin estar bien apagado. La quema de un contenedor está tipificada en el CódigoPenal y puede conllevar penas de prisión, en función de la gravedad.
El Ayuntamiento no maneja datos de cuánto supone a las arcas municipales la reposición de estos elementos, ya que no tiene una lista desglosada de la cifra de contenedores, papeleras y demás mobiliario que se ha tenido que reponer. Como ejemplo, la reposición de un contenedor, en función de sus características, puede costar entre 700 y 1.500 euros, según sea de plástico o metálico.
El concejal reconoció que están «satisfechos» con la reducción de este tipo de incidentes, porque supone reducir un gasto importante para las arcas municipales.
Las pintadas en los edificios públicos también son comunes. Su limpieza está incluida dentro del pliego de condiciones que tienen con la empresa Valoriza. Fuentes del Ayuntamiento explican que la rehabilitación de edificios por estos sucesos «no supone una partida mayor», sino que se incorpora dentro de la adjudicación del servicio.
Soria tiene una hándicap con este tema, ya que la limpieza de pintadas es complicada cuando hay heladas. Por eso la empresa Valoriza hace brigadas para limpiar edificios municipales cuando mejora el tiempo. No obstante, en casos puntuales y según donde se registra este suceso, se suele actuar en el momento en el que se detecta su aparición.
«Las pintadas, por los años que llevamos de gobierno, van por temporadas», esgrimió Antón. «Son pintadas con mensajes, no son como los graffittis, que son arte urbano». La edil recordó que este tipo de vandalismo puede llegar a ser muy caro, ya que si la pintada afecta a un edificio histórico, con una pared especial, no se puede limpiar con «una mano de pintura».
El concejal socialista hizo balance de la situación del vandalismo en la ciudad, y lamentó que «la mayor parte de la gente» que comete estos actos «no es consciente del coste que tiene para todos los ciudadanos». «Cuando se produce un destrozo en el mobiliario público lo pagamos todos».