SOCIEDAD
Sin noticias de los promotores de la acampada ilegal un año después
La acampada ilegal de Pinar Grande puso en jaque a las administraciones. El riesgo de que se produjera un incendio en el monte fue elevado. Se consumió droga, no se respetó el monte. Los asistentes, según el testimonio de un agente medioambiental de la Mancomunidad de los 150 pueblos, apedrearon y tiraron botellas a los agentes de la Guardia Civil. Atropellaron a uno de ellos. Hubo tanto descontrol que se solicitó la presencia de los antidisturbios, que al final no acudieron. Un año después de que se produjeran estos sucesos, nada se sabe de los promotores de la macrofiesta ilegal ‘Spaintek’, que congregó a 2.000 personas cerca del pantano. No se han notificado detenciones.
La única medida que se ha tomado por parte de las administraciones ha sido la tramitación de sanciones, por valor de unos 85.091 euros. Una cifra estimativa que se desprende de los datos que manejan la Junta de Castilla y León, la Subdelegación del Gobierno y la Jefatura Provincial de Tráfico.
Por administraciones, la Junta ha tramitado estos meses las 214 multas que interpuso la Guardia Civil en materia medioambiental. Una cifra que se ha agrupado, según fuentes de la Administración regional, en 184 expedientes.
La mayor parte de éstas son por acampada ilegal o por circular y estacionar vehículos en zonas no habilitadas. Las sanciones por estos motivos oscilan entre los 100 y los 1.000 euros. Fuentes de la Junta explicaron en mayo que de media se estaban aplicando sanciones por valor de 230 euros en las de circulación y de 410 por acampar. Según sus cálculo, esperan tramitar sanciones por valor de 62.130 euros, aproximadamente. Hasta la fecha ya han recaudado 13.810 euros.
Del resto de sanciones, destacan las 119 denuncias de tráfico que tramitó la Jefatura Provincial. Son delitos que fijan una multa de unos 200 euros -100 si es pronto pago-. En Tráfico estiman que se recaudarán 15.000 euros, aproximadamente.
Por su parte, la Subdelegación del Gobierno tramitó 21 expedientes por posesión o consumo de sustancias estupefacientes y otro por posesión de armas. En sendos casos, la suma de las multas asciende a 6.961 euros. Además, también hubo un detenido por conducción temeraria y un imputado por dar positivo en alcohol en uno de los 300 controles que se hicieron. Los dos son infracciones graves: 500 euros cada una.
La suma de todas ellas arroja una cifra recaudación en sanciones por valor de 85.091 euros. El 73% de esta cantidad lo concentran las aplicadas por la Junta (62.130 euros), mientras que el resto es la suma de las que ha tramitado Tráfico (15.000 euros) y la Subdelegación (7.961).
Testigos directos
La acampada ilegal de Pinar Grande comenzó a producirse el día 18 de agosto, cuando empezaron a llegar las primeras caravanas. Un día más tarde, un agente medioambiental de la Mancomunidad de los 150 pueblos que responde al identificativo de AM-03 comprobó como por la mañana ya había allí más de 300 personas congregadas.
A lo largo del 19 de agosto, comenzaron a llegar cientos y cientos de personas. Aunque al principio se cortó la entrada al lugar por la pista de acceso al Amogable con la CL-117 y por otras rutas alternativas, la Subdelegación delGobierno terminó dando la orden de desbloquear los accesos y permitir que accedieran los asistentes.
La noche del 19 al 20 fue conflictiva. Según el agente AM-03, los ‘ravers’ se saltaron los controles de tráfico de acceso a Pinar Grande y atropellaron a un agente de la Benemérita. Los asistentes lanzaron botellas y apedrearon a la Guardia Civil. En unas horas, de las 500 personas que estaban se pasó a 1.200. Y aunque a las 08.00 horas estaban solicitados los antidisturbios, al final no llegaron.
Esos días hubo fuerte presencia de la Guardia Civil en la zona, pero se permitió la entrada de vehículos. El agente medioambiental calcula que hasta el 24 de agosto que decidieron marcharse se concentraron 2.000 personas, muchas de ellas «drogadas». A juicio de este testigo «se podría haber vivido un drama» porque el riesgo de incendio fue alto: los asistentes tenían combustible almacenado, hornillos y fumaban. Y eso hubiera supuesto también pérdidas humanas.