CULTURA
Sólo tres de las nueve obras de San Baudelio pueden verse en Nueva York
El Museo Metropolitano cuelga tres piezas del pequeño templo mozárabe soriano
El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, en su sede de Los Cloisters ubicada al norte de Manhattan, exhibe en estos momentos tres de los nueves frescos que posee procedentes de la ermita de San Baudelio de Berlanga. Las pinturas cuelgan de las paredes del museo, un edificio que acoge piezas arquitectónicas y de arte medieval traídas desde Europa a principios del siglo XX. ‘El Camello’, tal como se identifica a uno de los frescos ‘sorianos’, recibe a los visitantes que entran en el museo desde la cercana zona de las taquillas. Está colocado en una de las enormes paredes que quiere imitar una iglesia románica del siglo XII, y comparte espacio con otras obras compradas en el viejo continente: unos frescos en los que aparecen un león y un dragón y que provienen del Monasterio de San Pedro de Arlanza, en Burgos; o un magnífico arco de piedra procedente de la iglesia francesa de Reugny, ubicada en Valle de Loira. Al pie del Camello se puede leer un pequeño texto en el que se recoge la procedencia de la pintura, ‘Monastery of San Baudelio de Berlanga, Castile-Leon’, y su llegada a la colección de Los Cloisters en 1961, así como la interpretación que los expertos del museo hacen de esta pintura, un reflejo ‘de las tierras de la Biblia pero también del poder, el lujo o lo exótico’.
Paul Murray es uno de los miembros de la seguridad del Museo que realiza su trabajo en la sala donde se encuentra El Camello. Sin dudarlo señala que esta pintura, un fresco trasladado a lienzo, ‘no atrae las miradas de los visitantes de una manera especial’. Las otras dos pinturas procedentes de San Baudelio que se exhiben en estos momentos son ‘La curación del ciego y la resurrección de Lázaro’ y ‘La tentación de Cristo por el Diablo’. Estas dos obras se encuentran muy cerca del Camello, dentro de lo que pretende ser otra iglesia románica española, en este caso la de San Martín de Fuentidueña. Los dos frescos trasladados a lienzo cuelgan uno junto al otro de una de las paredes de la iglesia, presidida por un ábside, en este caso original, que llegó a Nueva York desde Segovia a mitad del siglo XX.
Estas dos pinturas presentan un perfecto estado de conservación, aunque tampoco parecen atraer en exceso las miradas de los visitantes según una de las guías del museo. Bien es cierto que los recorridos explicativos no incluyen, en la mayor parte de los casos, una explicación pormenorizada de estas pinturas ya que se detienen, casi en exclusiva, en el magnífico ábside de Fuentidueña que llena la sala de esplendor. Los pequeños paneles informativos que aparecen debajo de las pinturas explican a los visitantes, además de su procedencia geográfica, algunos datos sobre la ermita de San Baudelio, ‘originalmente decorada con una serie completa de pinturas mural que representan la vida de Cristo sobre una fila que ilustra escenas de caza y varios animales exóticos’.
La información recoge también que las escenas del Nuevo Testamento son atribuidas ‘a un maestro que trabajó en Santa María de Tahull, en la provincia de Lérida’, y que los animales que aparecen en las escenas de caza lo hacen ‘con una función puramente estética y sin ningún valor simbólico’.
En varios museos
Hasta veintitrés pinturas salieron de la ermita de San Baudelio hacia los EEUU tras su venta en 1922. El coleccionista norteamericano León Levi las adquirió entonces a los propietarios de la pequeña iglesia, algunos vecinos de Casillas de Berlanga (Caltojar), a través del marchante de arte Gabriel Dereppe. Por 65.000 pesetas estas pinturas salieron de España hacia diferentes museos americanos. Ni siquiera un recurso judicial por parte del Gobierno español de aquella época pudo impedir la salida del país de estas obras de arte ya que la venta, aún dolorosa, fue considerada totalmente legítima.
El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York tiene dentro de su colección hasta nueve pinturas procedentes de la ermita de San Baudelio, seis de las cuales no están a la vista del público en estos momentos. Los frescos que no se exhiben recogen escenas de caza con animales, un guerrero con un escudo, un oso o un elefante. También hay una pintura con motivos decorativos. Las demás pinturas están en museos de Cincinnati, Boston e Indianápolis. La ermita de San Baudelio es un pequeño templo mozárabe erigido en el siglo XI en tierra de frontera entre Musulmanes y Cristianos.