CULTURA
Las salas de cine pierden más de 17.000 espectadores el último año
Las cifras muestran a veces realidades un tanto paradójicas. Como aquella que refleja que Soria pierde al día 47 espectadores de cine. Número real que obtenemos al dividir los espectadores que han perdido las salas de cine durante 2012 por los 365 días del año. Y paradójico número si tenemos en cuenta que hay días en que el total de asistentes no llega a esos 47. Según se desprende de los datos facilitados por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) y por Ideca, Soria perdió el pasado año 17.364 espectadores.
El instituto dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte cifra en 147.364 el número de personas que fueron al cine en 2011, último año del que se ha presentado memoria; mientras, fuentes de los cines Lara, en el centro comercial Camaretas, sitúa en 130.000 los espectadores del último año.
Las salas de Soria registran un descenso paulatino de espectadores en los últimos cinco años, salvo un ligero aumento apreciado en 2009. Durante ese quinquenio, se perdieron la friolera de 50.000 espectadores. Cifra poco alentadora que, entre otras razones, ha conducido a las salas de cine a su situación actual. Las instalaciones del cine Rex, en el que se dejó de proyectar hace ahora un año, continúan en venta, al igual que, a pocos metros, el cine Avenida (clausurado hace ya tiempo), donde sigue colgado todavía el cartel de ‘se vende’ sin que nadie atienda la llamada. Ideca, la propietaria de ambos cines, lo es también de las ocho salas que hay en Golmayo, pero la sociedad entró en concurso de acreedores y ahora es la administración concursal quien gestiona los cines.
Frente a los 130.000 espectadores que pasaron por taquilla el último año, durante 2007 lo hicieron 186.994. El descenso es apreciable ya al año siguiente –en que se hace patente la crisis-, que acusa una pérdida de 13.425 espectadores, y parece que se recupera ligeramente en 2009, al situarse en casi 176.998, pero lejos todavía de los 187.000 que se habían rozado dos años antes.
Según la memoria del ICAA, el bajón continúa en 2010 cuando el ministerio contabiliza 150.878 espectadores, lo que significa un descenso del 14,7% con respecto al anterior. Al año siguiente, las salas de cine de Soria pierden 3.514 espectadores al registrar las ya citadas 147.364 entradas.
Con estos números como telón de fondo, las salas han perdido 56.994 espectadores en los últimos cinco años, según se desprende de los datos facilitados por el Instituto de la Cinematografía y por Ideca. El descenso de público se sitúa en 30,47%. Las memorias del ICAA no recogen los datos provincializados con anterioridad a 2007. Por debajo de ese ejercicio, el resumen aparece sólo por comunidades.
En el ranking provincial de asistencia al cine, Soria siempre ha figurado en el furgón de cola, situándose entre el puesto 47 y 49, lugar que ocupó en 2011.
La última memoria del ICAA refleja que la recaudación en las salas fue en 2011 de 856.296,35 euros, frente a los 919.699’20 recaudados en 2007. El ejercicio que presenta la recaudación más alta fue 2009, con 963.062,40 euros, según fuentes del Ministerio de Educación.
¿Es Soria un caso aparte en esta crisis del cine? Rotundamente no. «Los descensos no se aprecian sólo en Soria, también en el resto del país, y además no sólo en cine. También han bajado los espectadores de teatro, de conciertos, de danza...». Así lo apunta Julián de la Llana, crítico de cine y experto en espectáculos culturales, quien achaca la situación a un cambio en las costumbres del ciudadano. «Además, resulta muy fácil ver películas en Internet», añade. Y es que paradójicamente «hoy se ven más audiovisuales que nunca pero de otra forma y ello perjudica bastante a la industria del cine», advierte.
En contra de lo que pudiera suponerse, con el argumento de la climatología, los meses de otoño e invierno son temporada buena de cine, como también lo es el verano -a diferencia de otras provincias-, animado por turistas y visitantes. No son meses buenos para taquilla los de abril, mayo y junio.
A juicio de este crítico, son muchos los factores que influyen en el descenso de espectadores, sin olvidar una «crisis generalizada». Así y con todo, Julián de la Llana prefiere ser optimista y apostar por el futuro del cine sin bien con algunos cambios, «porque la sociedad está cambiando de forma irreversible. Siempre habrá gente que vaya al cine, pero en salas, cada vez menos». En este sentido, sostiene que «el espectador irá a ver obras puntuales, como va a un concierto o al teatro. Gente más cinéfila, aunque siempre quedarán las grandes producciones americanas a las que irán muchos más espectadores», añade.
Las salas del cine Lara no son las únicas en funcionamiento en la provincia. También están operativas las del cine Palafox, en El Burgo de Osma.
El Lara sigue funcionando con normalidad, pero su futuro está en el aire si no se presentan ofertas de compra. El administrador concursal sopesa cerrarlos si antes de verano no se presentan ofertas de compra de esta unidad productiva, que sale a un precio de dos millones de euros. El cierre se decretaría antes de verano, con el objetivo de que no se generara más deuda dentro de la fase de liquidación.