CULTURA
Un centenar de personas participa en la segunda edición de La Saturiada
Doce puntos de la capital acogen la lectura de fragmentos de ‘El Santero de San Saturio’
La Hermandad del Santero y el Ayuntamiento de Soria celebraron ayer la segunda edición de La Saturiada, una celebración literaria en torno a la obra de Juan Antonio Gaya Nuño ‘El Santero de San Saturio’ en la que los participantes recorrieron 12 puntos de la capital donde se leyeron diversos fragmentos del libro.
La actividad arrancó en la ermita de San Saturio ante la presencia de unos 70 sorianos que quisieron participar en una celebración que estuvo amenazada en todo su recorrido por la lluvia y a la que se fue sumando más gente hasta rondar el centenar de participantes. Antes de comenzar La Saturiada, también se rindió homenaje a Gabriel García Márquez con una lectura de parte de una de sus obras.
La ermita de San Saturio sirvió como arranque a la actividad que contó con la participación del cómico soriano, Ernesto López, en el papel de santero. Desde allí, la comitiva inició el andorreo por las calles de la ciudad siguiendo la ruta peritoria del santero de San Saturio. La plaza Mayor, el museo Numantino, el mercado municipal, la plaza de toros, el entorno del bar Silencio, el del bar Soan, Santo Domingo, la plaza del Vergel, el Instituto Machado, el centro cultural Gaya Nuño y el Casino Amistad Numancia fueron el resto de puntos que sirvieron de escenario a las lecturas de ‘El Santero de San Saturio’.
Este proyecto surgió con la intención de recuperar el sentido primigenio de la ciudad, en que sus vecinos salían a la calle y plazas para relacionarse. Se trata por tanto de una herramienta útil y asequible para poder conocer mejor diversos aspectos de la historia de la ciudad no recogida en grandes tratados y que, sin embargo, contribuyen de manera importante a su enriquecimiento.
La Saturiada pretende ser además la fiesta de la cultura soriana. Un espacio abierto a la manifestación pacífica, a la opinión libre y a la libre expresión artística, en un claro afán por juntar a todas aquellas buenas gentes que quieren para sí y, a la vez, reclaman para los demás a la cultura como alimento imprescindible que fortalece nuestro espíritu. Es por eso una fiesta de la imaginación.
Esta celebración está inspirada en fiestas similares, como la ‘Bloomsday’ de Dublín, un homenaje al Ulises de Joyce, o ‘Las noches de Max Estrella’ de Madrid, en honor de Luces de Bohemia de Valle-Inclán.
La Saturiada coincidió además con el Día de Castilla y León y la fiesta del Libro, por lo que incorporó esa doble connotación: de una parte el reencuentro con las raíces, y por otra la animación a la lectura.