LA QUINTA ESQUINA
Jesús Moya: "Tengo facilidad para encontrarme"
Lo primero que vendió fue un espantapájaros. Con lo último, regaló satisfacción auténtica a quien la buscaba. En ello consiste, asegura, el oficio que profesa. El catarro más fuerte de su vida le ha devuelto intacta su voz suave, a cambio de unas marcadas ojeras que esconde detrás de las gafas (unas de muchas). No hay cuidado. Jesús Moya Moya (Soria, 1957) emana seguridad y mantiene intactas las ganas de poblar la tierra de coches. Habla poco pero de autos y viajes podría estar horas. También de Soria, pero menos. De él, lo justo, aunque no lo parezca.
Pregunta.-Usted vendiendo coches, mientras animan a usar la bici y el transporte público...
Respuesta.-Una de mis aficiones es la bicicleta de montaña. El coche nos da libertad, de poder salir, viajar. Es compatible.
P.-¿De qué no quiere hablar?
R.-Me encanta hablar de viajes y... (¿de qué no?). No tengo ningún problema, ni prejuicios en ese sentido.
P.-Comente qué hacer en 2015.
R.-Hay que intentar ser felices y sonreír mucho. Y más aquí en esta tierra que es algo dura. Ahora en invierno... el estilo de vida. Esa fama de austeridad, de ahorradores. Creo que hay que buscar la alegría de la vida... eso nos ayuda en el día a día y a superar las crisis.
P.-¿Se encuentra al buscarse?
R.-Sí, sí, tengo la facilidad de encontrarme rápidamente. Tengo ideas muy definidas y mis planteamientos siempre los he tenido muy bien definidos.
P.-¿Entiende la emoción de la lentitud alguien que ama la velocidad?
R.-Sí, el día a día te genera una actividad de la que no puedes parar y poder disfrutar de la mente y de la quietud. Cuando salgo con la bici me encanta pararme y encontrar el silencio en algunos sitios.
P.-¿Cuántos caminos llevan a usted mismo?
R.-Muchos. Las personas somos muy complicadas de por sí. Están los temas emocionales, profesionales, y decisiones... cada uno tiene diferentes caminos para poder vivir.
P.-¿A quién haría esperar?
R.-No me gusta hacer esperar a nadie. Me gusta la puntualidad. Pero quizá a estos políticos que no se han preocupado como debieran por nosotros, sino por sus carreras.
P.-No temáis a Dios ni al hombre venía a decir Séneca. ¿Usted a qué más?
R.-Temo más a algunos hombres que a Dios. Por definición es infinitamente bueno, y no hay que temerle. Hay que temer a algunos hombres que buscan actitudes egoístas. Ahora hay que tener mucho cuidado con los integristas, en un sentido y en otro.
P.-Al empresario, ¿qué respuestas le sobran a Soria?
R.-Lo que nos sobra es hablar y lo que falta es hacer.
P.-¿Y qué preguntas le faltan?
R.-Me faltan muchas todavía. La vida es un camino muy largo con muchas curvas, subidas y bajadas.
P.-Los Toyota ¿son de derechas?
R.-Vamos... Los Toyota son fundamentalmente (le cambia la cara a vendedor en un segundo) para quien busca un vehículo equilibrado, ecológico, que gaste poco y seguro. Los Toyota son para todo el mundo.
P.-Eso se lo dice a todos. ¿Hay algo que se le antoje erróneo?
R.-Muchas cosas. Los planteamientos erróneos por lo general los tenemos todos y tenemos muchos. Y en esta tierra los hay en abundancia.
P.-Dígame, ¿alguna vez ha fiado?
R.-Síiiii. Más de una y más de dos. Aquí la gente es muy cumplidora.
P.-¿Qué justicia hay en que los ricos salgan más ricos de la crisis y los pobres más pobres?
R.-Tenemos una sociedad montada en el libre mercado, con ventajas e inconvenientes.
P.-Señor ex presidente de la Cámara de Comercio, ¿volvería a serlo?
R.-Fue una etapa importante, trabajé a gusto, pero no soy de repetir. Cumplí dos legislaturas y mi planteamiento era ese. Todo el mundo tendría que estar dos mandatos y después a otra cosa.
P.-¿Qué presente le aguarda mañana mismo a Soria?
R.-Hemos perdido mucha población. El soriano mucho de boca pero nada y el camino es lento y duro.
P.-¿Qué lugar ocupa en su vida la escucha?
R.-Mucha, muy importante. En mi casa se quejan de que hablo poco y escucho demasiado.
P.-¿En qué es extremo alguien tan pausado como usted?
R.-Me gusta la velocidad. (Y vamos a dejarlo ahí ¿no?). Vamos a dejarlo ahí, sí. Mejor.
P.-¿Qué no ha asumido?
R.-Muchas cosas. Pero Soria... No puedo con Soria. Me resulta duro cómo somos los sorianos y la actitud que tenemos. Me cuesta mucho y soy soriano. Pero ponemos un caballito y creemos que nos identificamos y no, no trabajamos por nuestra tierra ni la defendemos lo que deberíamos. Presumimos de sorianos pero no nos trabajamos Soria. Tampoco hemos salido a la calle a defender nuestros intereses. Somos muy conformistas y protestantes de verdad, poco. Eso me duele y me quema.
P.-¿Cuál es el reto de un vendedor de coches?
R.-Que el cliente se quede contento con lo que ha comprado. ¿Qué se vende además de un coche?. Lo que satisfaga más a esa persona. Lo que tenemos que averiguar es que es lo que le produce satisfacción. Y esa es nuestra labor...
P.-¿Cómo lleva lo de envejecer?
R.-Relativamente bien. Los años no pasan en balde. El tiempo dice tantas cosas. El carpe diem es cada vez más importante.
P.-¿Qué expandiría en el aire?
R.-Sonrisas. La alegría.