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LA QUINTA ESQUINA

Victoria Tortosa: "¿Cómo hay gente mayor sola, sin nevera...?"

Victoria Tortosa-V. Guisande

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Soria

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Decidió su vida a los 16 después de un viaje al que la ‘enfrentaron’ a la fuerza. Reposadas vivencias y comedores infantiles de una comida al día, se plantó ante el mundo brazo en jarra y optimista ante las necesidades. Con ellas trabaja Victoria Alejandra Tortosa Vicente (Soria, 1986), muy hija de su madre, muy madre al tiempo que otros quehaceres, todo en exclusiva. Camino de los 30, desconoce cuál es la mejor respuesta para lo que anda buscando y a veces hace preguntas que la dejan muda. No sólo a ella.

Pregunta.-Oiga, ¿en qué ha triunfado usted antes que su nombre?

Respuesta.-¿Yooo? No lo sé. Bueno..., me siento una triunfadora en que soy madre de una niña de 18 meses. En eso sobre todo.

P.-¡Qué triste! Creo que tiene trabajo para rato...

R.-Yo estoy contentísima de tener trabajo, no uno sino dos. (Lo digo por la despoblación y sus viajes con La Exclusiva...). Pues sí, muy triste. Un problema social ante el que hemos buscado la forma de contribuir a resolverlo. Es lo que hacemos.

P.-¿Parches a la soledad?

R.-La soledad es muy dura, y para una persona mayor, muchísimo más. Sentirse solo, inseguro y aislado.

P.-¿Cuándo siente miedo?

R.-La última vez que hice una ruta. Dije ‘madre mía’, ¿como puede haber gente tan mayor, sola, tan aislada, sin nevera...? (¿Sin nevera?, ¿hablamos de Soria?). Sí, sí, sin nevera, en Soria. Parece Etiopía pero es Soria. Se encoge el alma.

P.-¿Qué kilómetro se le atraganta?

R.-Se me atraganta el de la inseguridad de la gente con la que trabajamos. Ver a la gente mayor sola, desprotegida que es como se sienten.

P.-¿Le miran raro en los pueblos?

R.-No, al revés. Ven a una persona joven que llega a echarles una mano a preguntarles lo que les hace falta. Y te invitan a un café o a lo que haga falta. E incluso te esperan con la comida preparada por si acaso. De hecho me llaman de vez en cuando para preguntarme que tal el fin de semana, las vacaciones...

P.-¿A qué esta siempre dispuesta?

R.-Siempre estoy dispuesta a todo, por lo que creo y por la gente que quiero, claro.

P.-Dicen que lo esencial es invisible a los ojos. ¿Qué han visto los suyos que no lo sea?

R.-Muchas cosas. No solamente trabajo en La Exclusiva, también me dedico a la cooperación al desarrollo. Hay gente muy injusta. No me gusta que la gente se aproveche de las debilidades de los demás.

P.-¿Qué pasará el día en que no haya gente en sus recorridos?

R.-Que se morirán los pueblos, que perderemos.... Y que nosotros nos dedicaremos a otra cosa. Serán un fracaso nuestros esfuerzos. Todo lo que creo y lo que creo que puedo hacer habrá sido en vano.

P.-¿Qué le piden que no quepa en la Exclusiva?

R.-Me han pedido que negocie una hipoteca. Y eso no cabe en La Exclusiva. A veces piden cosas que sorprenden... que les lleves a Soria o a otro pueblo a hacer algo. Y no se puede. Lo último sorprendente ha sido caracoles. Y ya le he dicho ‘¿qué quieres, que los cace yo?’ Sobre cuestiones de hipoteca muchas veces. Y sobre en qué invertir... ¿Qué crees, que debo comprarme un piso...?, me dicen. La gente está sola y hay gente que no tiene hijos, gente muy mayor, que no tiene familiares.

P.-¿Hay algo de lo que necesite liberarse?

R.-En general no. En momentos concretos, sí. Pero solamente es un ratito. El grado de responsabilidad de La Exclusiva cada vez es más grande. Cuantos más clientes tienes y más los conoces, la responsabilidad es más grande. te la echas arriba.... Pero es lo bonito. Todo lo que hago lo hago porque quiero y porque tengo la oportunidad, claro.

P.-¿Cuál es su palabra oculta?

R.-La justicia. Es algo que he aprendido de la cooperación, a ser justo, generoso... Me molesta mucho que la gente hable sin saber.

P.-¿Cuándo dejó de ser Victoria por última vez?

R.-Nunca he sido otra. Soy yo siempre.

P.-Tráceme un plan de acción en tres verbos ineludibles.

R.-Vivir, sentir y luchar. Esos.

P.-¿Contra quien se queja cuando trabaja?

R.-Contra mi jefe como todos. (¿Y quién es su jefe?) No, no es cierto. Contra el sistema, normalmente.

P.-¿Qué le sobra a un pueblo cuando lo que falta es gente?

R.-Es que a los pueblos de Soria no les sobra nada porque no tienen nada.

P.-¿Entre secundarias y caminos rurales que especie vive?

R.-Para mí viven la soledad y el frío incluso en verano. Depende de lo que vayas a hacer. La provincia es bonita, pero tienes la parte de la despoblación y la soledad.

P.-¿Por qué lugar de su mente le gustaría viajar?

R.-Viajo muchas veces al día que di a luz, recuerdo cada minuto y me encanta. Esta vez sin dolor.

P.-Dos cosas concretas que haría para llenar de gente el pueblo.

R.-Es imposible llevar gente a los pueblos. Para ello hay que ayudarles a que saquen ideas. Tú no vas a un pueblo si no tienes un trabajo o puedes trabajar en ese pueblo. Porque necesitamos trabajar para poder comer. Yo propondría opciones de trabajo, cosas que se pudieran hacer, ofrecería servicios a la gente. Pero como madre de familia hay cosas que me parecen indispensables que muchos pueblos no tienen.

P.-Déme una exclusiva, venga...

R.-No tengo carné de conducir y es algo que me atormenta. No sé conducir ni una moto.