CONSUMO
Sube el consumo de cerdo y ternera y se desploma el cordero que baja un 19,5%
Los sacrificios en mataderos durante la crisis descienden un 27,5% en bovino, un 78% el ovino y un 55% el porcino
Soria vuelve, poco a poco, a la carne. Por tradición carnívora, la provincia había abandonado el consumo de carne en los últimos años, con descensos bastante acusados en todos los sectores que en el último año se han frenado. Al menos en la ternera y el cerdo, según evidencian los sacrificios de cabezas que se llevan a cabo en los mataderos de la provincia. Las cifras que maneja el Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social de la Junta ofrece el siguiente resume: el consumo de carne de ternera y de cerdo aumenta en el último año, mientras que el del cordero vuelve a bajar por sexto año consecutivo. Si bien lo hace de forma sensible, la recuperación del precio en bovino y porcino supone cierto aliento a un sector bastante castigado por la crisis en toda la cadena: ganaderos, mataderos en todas sus áreas y carniceros, que se han resentido en ventas y notado cambios de hábito en los consumidores.
Con una destacada tradición en la provincia, el sector ovino lleva seis años de pérdidas acumuladas, hasta un 78% desde el año en que arrancó la crisis. En 2008 se mataron 199.798 cabezas, casi cuatro veces más que en el último ejercicio. En el pasado 2014, se han matado en los mataderos de la provincia 43.845 cabezas de ovino, la mayoría de menos de tres meses (cordero lechal y pascual), el 88,5% frente al 11,5% de más de 18 meses.
Con respecto al pasado año el sector se apunta un descenso del 19,5% atendiendo a los sacrificios en los mataderos de la provincia. El Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social que dirige Rosario Gámez contabiliza las ya citadas 43.845 cabezas, 10.645 menos que el año anterior, según las cifras facilitadas por la Delegación Territorial de la Junta en Soria.
Sanidad dirige toda la tara de inspección en los mataderos, antes y después de la muerte del animal. La provincia tiene seis mataderos, uno de ellos de aves, concretamente de patos. El mayor de todos ellos es el de Mataso, en la capital, donde se sacrifican reses de todas las especies. El listado de mataderos de Soria se completa con los siguientes: Roberto Mayor Mayor, en Ágreda, en el que se sacrifica ovino y caprino; y la Sociedad Cooperativa Limitada Chacinera Agremón, también en Ágreda, en el que se matan cerdos. Fuera ya de la zona del Moncayo existe uno en Almazán y otro en Pinares. El primero es el de Cárnicas Llorente, también de porcino.
Mientras, el que hay en Vinuesa lleva años operando en la zona. Se trata de la Sociedad de Carniceros de Pinares de Soria, que sacrifica bovino, ovino, caprino y porcino.
En la retrospectiva en este sector hay que hacer constar el cierre de un matadero, cuando dejó de funcionar el que había en Industrias Cárnicas Villar, con el consiguiente descenso de canales.
El sector del porcino es el que más repunta de forma interanual aunque la caída desde el inicio de la crisis es también considerable. En el último año se mataron en los mataderos de Soria 153.345 cabezas, frente a las 143.249 del ejercicio anterior. Ello significa un incremento del 7%.
La subida no sitúa al sector en la pujanza que siempre ha tenido en la provincia, pero supone le supone un alivio teniendo en cuenta que el año anterior había descendido. El porcino acumula una caída de algo más del 55% en los últimos seis años. Ahora se matan menos de la mitad de cerdos, tanto industrial como lechón: en 2008 se mataron 319.852 cochinos frente a los 143.130 del último año; y se sacrificaron 23.884 lechones, cuando en 2014 fueron 10.215 los sacrificados.
También gana en peso la ternera, aunque con el mismo comportamiento que el cerdo: descenso acumulado desde el inicio de la crisis, en este caso algo menor, e incremento de cabezas sacrificadas en el último año, según las cifras facilitadas por las citadas fuentes. Por los mataderos de Soria pasaron el pasado año 1.732 cabezas de bovino, un centenar más que en 2013, lo que significa un aumento del 6,1%. Tan sólo 68 de ellos eran reses de menos de 24 meses.
En los últimos seis años, el sector ha perdido un 27,5%, teniendo en cuenta que en 2008 pasaron por los mataderos 2.390. El descenso se circunscribe a los animales de menos de dos años, que pasan de 2.365 animales a 1.664. No ocurre así como los de más de 24 meses, con 68 terneras sacrificadas en los mataderos en el último año, frente a las 25 que se mataron en 2008.
Otro sector en el que se aprecia cierta mejoría es el de los patos, con una recuperación que, de acuerdo a los sacrificios que se registran en los mataderos, estaría en torno al 1,8%. El pasado año se mataron 42.647 aves, un total de 792 más que los sacrificados a lo largo de 2013, según las cifras facilitadas por la Delegación.
El sacrificio de patos se centraliza en el único matadero de aves que existe en la provincia, el de Canard, radicado en Abejar, con un volumen bastante estabilizado. «La impresión que tenemos es que son las mismas cifras que el pasado año o muy parecidas», significaron fuentes de la empresa, sin querer lanzar las campanas al vuelo en cuanto a una recuperación significativa. «Estamos bastante estabilizados y el aumento ha sido muy poco», añadieron.
El incremento de casi 800 patos muertos más que el año anterior se debe al comportamiento de mercados exteriores y no tanto al nacional, que se mantiene, según explicaron las citadas fuentes aludiendo a las exportaciones de Canard a México, Chile y Alemania entre otros países.
El peso del sector caprino era escaso en relación al resto, pero en estos últimos años se ha visto reducido a la cuarta parte, al pasar de 4.372 animales antes de la crisis a los 1.035 que se sacrificaron el pasado año, lo que supone un descenso acumulado del 76%. Con respecto al año anterior, de los mataderos han salido un 13% menos de canales.
El número de equinos muertos ha sido menor, con 64 caballos muertos frente a los 73 del año anterior, pero este sector presenta un buen comportamiento en el tiempo de referencia: desde 2008 se han sacrificado un 30,6% más de caballos, cuyo consumo en Soria es casi nulo.