El gasto en tabaco se frena durante la crisis en Soria

Soria sigue fumando. Ni la crisis ni las continuas campañas informativas sobre un hábito más que nocivo para la salud y que causa de miles de muertes al año, consiguen frenar de forma notable el consumo de tabaco. El montante económico que los sorianos gastan en tabaco no es baladí: a lo largo del pasado año, algo más de 21 millones de euros, lo que significa un desembolso casi un 20% mayor que hace diez años. Esta escalada de gasto se rompe no obstante en plena crisis económica el año 2010.

La primera cifra que el vicio deja sobre la mesa son estos 21.277.158 euros que los sorianos gastaron en cigarrillos durante 2014, según el Comisionado para el Mercado de Tabaco, frente a los casi 17,8 millones gastados en el año 2005. Así, los sorianos gastan ahora tres millones y medio más en comprar tabaco que hace diez años. El incremento porcentual de gasto en la última década ha sido del 19,5%.

Un fumador de cajetilla diaria se gasta al mes en torno a los 150 euros, bien sea rubio o negro ya que apenas hay diferencia de precio. De este modo, el soriano que fume un paquete de cigarrillos al día tiene un gasto asegurado al año de alrededor de 1.800 euros.

El gasto presenta una evolución ascendente hasta bien arrancada la crisis: aumenta en 2008, al año siguiente y lo hace también en 2010, pero comienza a descender a partir de la siguiente anualidad. La compra de tabaco se ha frenado en los últimos cuatro años, coincidiendo con la época más dura de la crisis, pero tampoco de forma llamativa. Así, se aprecia cómo el desembolso pasa de 17,8 millones en 2005 a 21,1 millones en 2008, en que experimenta la subida interanual más alta, un 7,8% más de gasto con respecto al ejercicio anterior. El ascenso continúa en los dos años siguientes pero se frena en seco en 2011, cuando el gasto baja en algo más de un millón de euros, situándose en 22,7 millones de euros.

En estos tres últimos años se aprecia una contención del gasto de forma paulatina: en 2012 los sorianos compraron cajetillas por importe de 22 millones, mientras que en el último ejercicio el desembolso fue de 21,2 millones. Ello significa un descenso del caída del desembolso del 3,6%, según se desprende de los datos facilitados por el Comisionado para el Mercado de Tabacos, organismo autónomo de la Administración General del Estado.

La evolución ascendente del gasto en tabaco en la provincia de Soria no tiene su reflejo en las ventas de paquetes de tabaco: los sorianos gastaron más en el conjunto de la década, pero redujeron el consumo de tabaco, según las estadísticas. Así lo indica al menos la evolución de la venta de tabaco en cajetillas, en la que hay que tener en cuenta que la estadística no refleja el tabaco de liar, al que se han pasado muchos fumadores ante las continuas subidas de precio.

En el último año los sorianos fumaron 4.816.858 cajetillas de tabaco, cifra muy similar a la del anterior. Si nos situamos al comienzo de la década, el descenso de cajetillas adquiridas es de algo más de tres millones, teniendo en cuenta que en 2005 se vendieron 7.857.041 paquetes de tabaco. Ello significa un 38,7% menos.

Es a partir del año de inicio de la crisis cuando comienza a caer la venta de tabaco. Ese 2008 ostenta el récord de venta de cajetillas, con 8.121.038, para el siguiente caer a los casi 7,6 millones de paquetes de tabaco vendidos.

El verano tiene incidencia en la estadística del mercado de tabacos. El aumento de población que registra Soria en agosto, debido a los turistas y la llegada de veraneantes, sitúa este mes como el que más tabaco se vende: 491.219 cajetillas en el último mes de agosto. Febrero fue el que menos con 297.406 paquetes de tabaco.

En cuanto a las ventas, también fue agosto el mes con un mayor desembolso, 2.187.001 millones de euros, frente a febrero del pasado 2014 en que el gasto en vicio se cifró en 1.304.002 euros, según las citadas fuentes.

El alto precio del tabaco y una ley «demasiado restrictiva» son las causas principales del descenso en las ventas, según apunta el presidente de la AsociaciónProfesional de Expendeduría de Tabaco, Francisco Alvo. «Se fuma menos debido a esto, y se nota», añade el estanquero, al frente de una de las 47 expendedurías que hay en la provincia. Desde septiembre del pasado año, las de la capital se convierten en generales al igual que lo eran las de los pueblos, pudiendo vender así otros productos además de tabaco.