ECONOMÍA
La crisis se lleva por delante el 25% de las tiendas bajo coste
De octubre a mayo han bajado de 33 a 25 establecimientos en la provincia
Durante los últimos años han destacado como unos comercios ajenos al azote de la crisis. Sus características les hacen atractivos para el público, que sabe lo que busca cuando entra a un establecimiento de ‘todo a cien’. Un tipo de comercio libre de las consecuencias que ha supuesto la situación económica para el pequeño comercio, cuyas ventas han descendido estos últimos años. Se trata de los establecimientos de precio reducido, pero también ellos están ‘tocados’ por la crisis. Así lo refleja el descenso que ha habido en el número de estas tiendas en los últimos meses.
El censo de establecimientos de precios bajos que maneja la Junta los cifra en 25, contabilizando los de capital y provincia, frente a los 33 que había a comienzos del mes de octubre. Son ocho menos en casi ocho meses, lo que supone una caída del 24%, si bien es cierto que en algún caso se debe a actualizaciones del censo del Servicio territorial de Industria, Comercio y Turismo de la Junta.
La última tienda en cerrar, en la capital, ha sido la que había en la esquina de la calle Alberca con plaza Ramón y Cajal. La mayoría de las tiendas de precios bajos están en manos de ciudadanos chinos, también las hay de españoles pero una mínima parte: por cada una de éstas, hay cuatro de las primeras.
La relación de establecimientos comerciales de terceros países contabiliza un total de 20 tiendas, frente a los cinco establecimientos comerciales de precio reducido. Aunque son dos nomenclaturas diferentes, recogen el mismo tipo de establecimiento, según explicaron fuentes de la Sección de Consumo de la Junta.
De estos 20 establecimientos, 11 se encuentran en la capital y el resto en Ágreda, Almazán (3); El Burgo de Osma (3, uno de los cuales, árabe, el único); Ólvega (1) y San Leonardo (1). Los otros cinco están en Almazán, Arcos, El Burgo, Navaleno y San Esteban. Según refleja la estadística, los cierres se han registrado por igual en la capital y en la provincia.
Desde el Corte Asiático, en la calle Alfonso VIII, se apunta que en estos bazares «también se ha notado la crisis, por supuesto». Su responsable, Xiao, indica: «Nosotros dependemos del bolsillo del cliente. Si tenéis menos dinero, a mí me va peor», añade.
En opinión de la joven, el grado como la crisis ha afectado al comercio es «más o menos el mismo» en el comercio minorista que en los establecimientos de precio reducido.
El presidente de la Cámara de Comercio, Alberto Santamaría, indicó que este tipo de establecimientos han reafirmado durante la crisis un posicionamiento que ya tenían. Una de las razones es porque el consumidor ha ido ganando confianza en los productos que tienen. «Los hay demás o de menos calidad. El precio lo marca todo y el consumidor ha ganado confianza», explica. «También es cierto que en ocasiones hay mucha decepción porque el chollo no existe pero al final es el usuario el que está eligiendo», añade. En opinión del empresario, el propio mercado se autogestiona y nadie sobra cuando lo que manda es la ley de la oferta y la demanda. «Todos tienen su cabida y hueco en el tejido comercial de la provincia». El precio reducido abarca un amplio catálogo de productos, desde los relacionados con la ferretería y el textil hasta la jardinería, la electricidad o el regalo, y también los de alimentación. Los establecimientos de precio reducido pertenecen al comercio minorista pero las organizaciones comerciales no los recoge tipificados como tal.
Así, la Cámara de Comercio contabiliza 175 tiendas de este tipo dentro del epígrafe denominado Comercio menor de toda clase de artículos. El número es notablemente mayor que el de la Junta porque se incluyen las popularmente conocidas como de todo a cien, ‘tiendas de chinos’, pero también pequeñas tiendas en hoteles o pertenecientes a gasolineras, explican fuentes de la Cámara de Comercio.