SOCIEDAD
La cara amable de los romanos en Numancia
Sofía Jiménez describe la representación como «un acontecimiento social en el pueblo»
La representación de ‘El cerco de Escipión’ celebrada el pasado sábado en Numancia además de un reclamo turístico de primer orden se convierte en un acontecimiento social para los vecinos de Garray, que cada año son los encargados de preparar los trajes con antelación y afinar los ensayos para seguir soñando con la declaración de Patrimonio de la Humanidad para la tan conocida Numancia.
Entre los participantes de este año está la historia de Sofía Jiménez, de 25 años y que se convirtió en la cara amable de las criadas del senado romano. En este sentido señaló que «para mí es una tradición en la que participamos toda la gente del pueblo. Yo me llevo vistiendo desde pequeña de numantina.Es algo que vienen haciendo mis tíos y familiares.De criada del Senado llevo haciendo cinco años, y está bien porque sirve para reunirnos la gente del pueblo y siempre nos vamos a cenar, además de defender una tradición de la localidad».
Según Jiménez «es un papel que ya vengo representando cada año y me emociona, ya que si bien yo no llevo ensayado tanto como otra gente, que se ha estado preparando el papel desde 15 días antes, todos estamos pendientes y nos ayudamos para que las cosas salgan bien. También ves a gente que se ha vestido otros años y que este año no han podido y veían el espectáculo con pena desde la grada».
Según Jiménez «desde que se lleva haciendo mis tíos, mis padres y mis hermanas pequeñas también se visten».
No obstante a ella no le ha atrapado el gusanillo de la interpretación, y deja constancia de su timidez, «aunque disfruto mucho con la representación. Yo soy ingeniera en energías renovables y nunca me he planteado hacer de esto algo que vaya más allá de la interpretación una vez al año», declaró. Hay que tener en cuenta que la conquista de Numancia forma parte destacada de la historia de España y fue relatada por los escritores de la época como uno de las más duras en el territorio de la Península Ibérica. La resistencia y el valor de los arévacos fue reconocida por el Imperio Romano. En la presente edición más de 3.000 personas llenaron el recinto ubicado a escasos metros de los restos de la ciudad. El episodio se dividió en seis actos para su escenificación, en los que los actores narraron los acontecimientos desde la llegada de las tropas de Escipión.