EL ESCÁNDALO DEL 'DIESELGATE'
Un directivo de VW calcula que se tardará hasta dos años en reparar todos los vehículos
El presidente del grupo en EEUU, Michael Horn, pide disculpas ante el Congreso por la manipulación
El presidente del Grupo Volkswagen (VW) en Estados Unidos, Michael Horn, ha afirmado este jueves que la reparación de los casi 500.000 vehículos trucados en este país podría durar hasta dos años. Horn ha declarado este jueves ante un comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y a preguntas de los congresistas, ha admitido que la compañía no sabe cuándo podrá arreglar todos los automóviles, pero que calcula que tardará "más de un año, definitivamente".
De este modo, Horn amplía hasta el 2017 el plazo que un día antes había dado el presidente del grupo, Matthias Müller, que afirmó que la reparación comenzaría en enero y se prolongaría a lo largo del 2016. Todos los automóviles afectados, aseguró, "habrán sido reacondiconados antes de finales del año próximo".
El presidente del Volkswagen en Estados Unidos ha admitido este jueves ante un comité del Congreso de Estados Unidos que el objetivo del 'software' instalado en algunos de sus vehículos diésel era ocultar sus emisiones reales y se ha disculpado por estas acciones.
ASEGURA QUE NO LO SABÍA
Horn ha añadido que no supo hasta principios de septiembre, pocos días antes de que trascendiera que las autoridades estadounidenses estaban investigando al grupo, que los vehículos del grupo alemán contenían el software ilegal, y que, hasta ese momento, solo sabía que algunos de esos automóviles diésel no cumplían con las normativas estadounidenses sobre emisiones.
Antes de que Horn testificara, su testimonio fue publicado en la página web del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes.
Horn se ha disculpado en varias ocasiones por las acciones del fabricante alemán y ha señalado que VW está dispuesta a "aceptar las consecuencias" de sus actos. El alto ejecutivo ha pedido disculpas "en nombre de nuestra compañía y mis colegas en Alemania" por el "uso de un programa de software" cuyo fin era manipular las emisiones durante las pruebas.
El presidente del grupo alemán ha subrayado que la compañía será capaz de reparar los vehículos afectados. "Hay tres grupos de vehículos involucrados, cada uno con una de las tres generaciones del motor de 2 litros diésel. Cada uno requiere una solución diferente", ha explicado.
Según Horn, los responsables del engaño "serán identificados" y sufrirán las consecuencias, pero "cualquier información en este momento es preliminar". "Les pedimos su comprensión hasta que terminemos este trabajo", ha agregado el responsable.