Plutonio para intentar ‘frenar’ la despoblación

Un proyecto fallido, que puedo ser realidad, pero que se roncó. Negado en su día por el Gobierno, pero ahora recogido en el último libro del soriano Luis Castro Berrojo, ‘La bomba atómica española’, presentado en la noche de ayer en el salón Gerardo Diego del Casino Amistad Numancia, por alguien que atesora decenas de publicaciones relacionadas con la materia.

El trabajo, que ayuda a comprender un episodio con demasiados claroscuros, ofrece una perspectiva nueva para entender el que en su día fue Plan de Nuclerización Español, del que colgaba un centro nuclear para Soria que aparejaba, «además de riesgos evidentes», un inventario de plantas de reproceso y operaciones en las que no faltaba «ni el uranio enriquecido ni el plutonio», detalló Castro a DIARIO DE SORIA / EL MUNDO.

En este sentido, apuntó que «conviene recordar que el plutonio es incompatible con la vida» y que, como ejemplo, «una partícula invisible supone un cáncer de pulmón inmediato». Y también que, por simple comparación, que de haberse dado los desastres de Chernobyl o Fukhusima con el antedicho elemento químico «no estaríamos aquí para contarlo».

Para la elaboración del libro, Castro ha contado con documentos y fuentes de primer nivel que le han permitido poder ofrecer al lector «una perspectiva nueva» sobre un asunto «poliédrico» en el que intervinieron múltiples factores: nacionales, internacionales, estrategia, geopolítica y cambios de Gobierno -y de postura- en clave local (de Adolfo Suárez a Leopoldo Calvo Sotelo).

La documentación, muy prolija, presenta archivos desclasificados de la CIA, la agencia de inteligencia americana, así como artículos especializados y testimonios de incalculable valor. En este epígrafe adquiere especial protagonismo el aportado por el ex militar Guillermo Velarde Pinacho «quien se atribuye la paternidad del proyecto», aunque «pueda sonar excesivo».

Sea como fuere, la biografía de este ex militar, ingeniero aeronáutico y científico, es tan apabullante como dilatada. Mucho más si tenemos en cuenta que en breve se cumplirá medio siglo de su designación como experto, comisionado por la Junta de Energía Nuclear y también por el Alto Estado Mayor, para analizar el caso de Palomares.

Esta formulación, que pudo cambiar por completo, según Castro, la historia de Soria tuvo un auténtico contrapeso en la respuesta ciudadana merced a contestación social y política que sumó el proyecto «sobre todo en los lugares aguas abajo y en la industria alimenticia».

Con todo, «el ponerse en pie de guerra,» no fue la única razón, que obró en favor de la paralización de tan controvertida iniciativa: «además de la movilización estuvo el cambio de posicionamiento del Gobierno americano y que las posibilidades técnicas y económicas de España se valoraron muy por encima de la realidad».