Economía
Soria vuelve al cordero: el consumo sube un 8,5%
Aumentan los sacrificios de canales en los mataderos, los bovinos un 12,5%
El consumo se recupera. Es el análisis que presenta la radiografía del informe del Servicio Territorial de Sanidad de la Junta sobre los sacrificios que se llevan a cabo en los mataderos de la provincia. El número de canales muertas ha subido en todos ellos, incluido el cordero, una buena noticia para todas las partes de la cadena alimentaria que tienen que ver con la producción, especialmente ganaderos y carniceros. Las cifras están lejos de ser las de antes de la crisis, pero el mercado respira y los mataderos que hay en la provincia, seis, han tenido más actividad que el año anterior. El dato más destacado es el aumento de los sacrificios de ovino, no tanto por el porcentaje sino porque llevaba años cayendo en picado. El sacrificio de corderos -un indicador de consumo- fue el pasado año un 8,5% mayor, con 47.610 animales matados frente a los 43.845 en el año anterior. El incremento se da sobre todo en el cordero mayor de seis meses; no en el cordero lechal. cpm 10.615 sacrificios que anotan una caída del 7,4%.
En una provincia como Soria, ligada a la trashumancia y con una importante cabaña ovina hasta hace unos años, el número de cabezas sacrificadas no es alto: supone la tercera parte de las canales que salieron de los mataderos hace tan sólo cinco años, 133.196, lo que significa un descenso del 62,2%.
El número total de sacrificios en los centros llegó a los 269.226, casi un 11% más que el año anterior. Lo que más se matan son cerdos (63,5% de las cabezas); seguidos de corderos y patos (casi al mismo porcentaje, 17,7%) y a continuación terneras (que no llegan al 1% del total).
Atendiendo a los sacrificios en porcino el pasado año (171.008 animales), el sector presenta un comportamiento diferente en el porcino industrial, que sube, y en el de lechones, donde el número de canales cae. No obstante, el conjunto presenta el dato positivo de un 11,5% más de sacrificios, según el informe que maneja la Junta de Castilla y León. Su comportamiento lleva una línea ascendente en los últimos años.
El porcino industrial se anota una subida interanual de 14,8%, con 21.248 sacrificios más el último año que el anterior (164.378 frente a 143.130). Mientras, el cochinillo sigue perdiendo enteros a tenor de la actividad en los centros de matancía, donde a lo largo del pasado año se sacrificaron 6.630 lechones. Ello supuso un 35% menos.
El sector bovino también se va recuperando y se sitúa al nivel de al menos hace cinco años, en los cuales ha estando bajando. Las reses sacrificadas el último año fueron 1.950, un 12,5% más que el anterior. De ellas, 42 tenían más de dos años, a las que hay que sumar seis reses de lidia.
Sólo uno de los mataderos sorianos es de aves, concretamente de patos. En Mataso, el que hay en la capital, se sacrifican animales de todos los tipos. En Ágreda hay dos mataderos, uno es de ovino y caprino (Roberto Mayor) y otro se dedica sólo al porcino (la Sociedad Cooperativa limitada chacinera). Otro de los mataderos se encuentra en Almazán (Cárnicas Llorente), donde sólo se sacrifica porcino. Y, por último, está el de Vinuesa, un matadero municipal gestionado desde hace tiempo por la Sociedad Cooperativa de carniceros de Pinares, donde también se mata todo tipo de cabezas a excepción de caballos.
En la empresa Carnard, en Abejar desde principios de los 90, se localiza el citado matadero de patos, donde enero y diciembre del último año se sacrificaron 47.677, un 11,7% más que el año anterior. La firma se mueve con un volumen más o menos estabilizado de animales, que suele estar entre los 42 y 43.000 animales.
Atendiendo al número de sacrificios, el consumo de carne de cabra es el único que desciende entre las cabezas que se matan en Soria: cae un 12,2% al sacrificar 908 animales frente a los 1035 del año anterior, según el informe que maneja la Delegación Territorial, que se encarga de la inspección en los mataderos, antes y después de la muerte del animal. El descenso en este sector se produce sobre todo en los cabritos, ya que animales de más de año y medio se sacrificaron más (115 frente a 109). El cabrito en cambio, con 793 muertes en los mataderos, bajó un 14%. Por lo que atañe al sector equino, Soria no es provincia en la que se coma carne de caballo, pero sí existen algunas explotaciones ganaderas de producción en la zona de Piqueras. Aunque registran cierto aumento, los sacrificios no son muchos, 67, tres más que el año anterior.