Patrimonio
San Esteban de Gormaz aguarda la apertura de la iglesia de San Miguel
Más de 212.000 euros servirán para concluir una restauración integral para «culto y uso cultural»
La iglesia de San Miguel, en San Esteban de Gormaz, declarada monumento histórico artístico en 1976, que se ha beneficiado de varios procesos de intervención parcial durante los últimos seis años a través del proyecto cultural Soria Románica, financiado en su totalidad por la Junta de Castilla y León, encara el tramo final con el que completará su restauración integral, posibilitando su apertura al culto y al uso cultural y turístico.
El director general de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz, anunció ayer, sobre el terreno, el proyecto de restauración que va a ejecutar en este templo la Consejería de Cultura y Turismo con una inversión de 212.521,23 euros, ascendiendo el plazo de ejecución a seis meses.
Las actuaciones previstas en el proyecto de rehabilitación de la Iglesia de San Miguel, redactado por el arquitecto Francisco Yusta, se dirigen principalmente a la recuperación del edificio, así como a la reparación de problemas locales en sus fábricas, finalizando así la restauración integral del templo, lo que hará posible su apertura al culto y al uso cultural y turístico.
Las obras de rehabilitación ya realizadas en San Miguel han permitido localizar una colección de grafitos incisos en los muros, se han reparado las cubiertas y los paramentos exteriores de la torre y los interiores de la iglesia. Los grafitos medievales, hallados sobre el revoco románico que cubre los paramentos interiores del ábside y de la nave, constituyen un elemento adicional que singulariza al monumento, famoso por su galería porticada y sus pinturas murales, añadiendo un nuevo atractivo para su visita.
Dada la importancia e interés de los grafitos, se plantea un sistema de iluminación de bajo consumo con leds, específico para cada uso previsto (cultural, turístico o celebraciones litúrgicas) que permitirá, mediante la utilización de luz rasante, la percepción de los grafitos, tanto de los situados a nivel de suelo como los que se encuentran al nivel de la antigua tribuna.
Se efectuará también la demolición del muro de hormigón adosado al ábside y se creará una pantalla drenante para evitar humedades al muro del ábside. Se implantará solera de cal hidráulica en el interior de la iglesia y la reposición de laudas sepulcrales.
Por último, se procederá al desmontaje y reposición de la escalera interior de la torre, se restaurarán paramentos interiores y exteriores, y se repondrá el pavimento exterior de la galería porticada, suprimiéndose las barreras arquitectónicas.
El proyecto contempla el montaje de un nuevo sistema de protección frente a la intrusión e incendios. El Ayuntamiento de San Esteban de Gormaz llevará a cabo un proyecto de rehabilitación del entorno de la iglesia de San Miguel con el que se dotará de completa accesibilidad al monumento.
Asimismo, la Consejería de Cultura y Turismo tiene otro importante objetivo en el municipio de San Esteban de Gormaz: la declaración del conjunto de bodegas de ‘El Plantío’, en Atauta, como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Etnológico.
La Dirección General de Patrimonio Cultural publicó el pasado martes en el Boletín Oficial de Castilla y León la resolución por la que se incoa expediente para la antedicha declaración.
Todo dentro de la innovadora estrategia de la Consejería de Cultura y Turismo de trabajar en el reconocimiento de ‘nuevas tipologías de patrimonio’, hasta ahora menos representadas en el elenco de bienes de interés cultural.
‘El Plantío’ se sitúa en el Paraje del Hondo, a los pies del pueblo de Atauta. En lo alto de una rocosa cornisa de unos 970 metros de altitud se ubica el pueblo, separado del conjunto de bodegas por el Arroyo de la Laguna o Golbán, configurándose dos ámbitos caracterizados por una perfecta interrelación entre patrimonio natural y patrimonio arquitectónico, entre los que se establecen valiosas relaciones visuales y paisajísticas.
Este conjunto de bodegas subterráneas constituye una relevante muestra de patrimonio cultural asociado a los sistemas productivos del vino, entendido como un espacio o paisaje cultural transformado por la acción humana representativo de un pasado y de unas formas de vida, digno de ser conservado y transmitido a generaciones futuras. La singularidad e interés de este conjunto de bodegas viene definido por sus características determinantes, como son su extensión y número (en un área de aproximadamente tres hectáreas, se han inventariado 141 bodegas, además de lagares y otros elementos relacionados).