MERCADO AUTOMOVILÍSTICO
El plan Pive, víctima del 26-J
Las elecciones impiden prorrogar las ayudas a la compra de coches cuando quedan solo 45 millones disponibles
La manida advertencia de que el plan Pive se acaba va en serio esta vez. El sector del automóvil se encuentra ahora como el protagonista del cuento 'Pedro y el lobo', que se quedó sin ayuda después de varios avisos de ataques infundados a su rebaño de ovejas. En esta ocasión, las ayudas a la compra de coches nuevos se quedarán sin prórroga en los próximos meses al haberse convertido en una víctima de la convocatoria de elecciones del 26 de junio.
El Gobierno ha comunicado a la patronal de fabricantes de automóviles y camiones (Anfac) que no puede prorrogar el plan Pive por las limitaciones derivadas de un Ejecutivo en funciones desde final del año pasado. Por tanto, el actual programa de subvenciones por cambiar un coche viejo por uno nuevo morirà cuando estaba previsto, al acabar el dinero disponible o bien el 31 de julio como fecha límite. A partir de ese momento, los compradores de vehículos ya no dispondrán de los 1.500 euros que reciben ahora por cambiar de coche.
El Pive 8 en vigor cuenta con unos fondos disponibles de unos 45 millones de euros de los 100 con los que empezó el ejercicio gracias a una prórroga aprobada por el Gobierno tres semanas antes de las anteriores elecciones de diciembre del 2015. La ampliación del plazo del Pive 8 se llevó a cabo con los fondos no gastados durante el 2015 de la dotación inicial del plan, que fue la más voluminosa de todos los planes de ayudas al ascender a 225 millones.
PLANES DESDE EL 2012
Con el ritmo actual de matriculaciones de vehículos, los 45 millones pueden permitir llegar hasta final de julio y superar la fecha límite con un pequeño excedente que puede rondar los cinco millones, según las estimaciones de Anfac. Sin embargo, existe la posibilidad de que las ventas con incentivos se sigan acelerando en la recta final del Pive y se agoten antes del 31 de julio, según indicaron fuentes del sector.
En todo caso, el mercado automovilístico se quedará sin la gasolina de la subvención por primera vez desde que se pusieron en marcha los planes Pive en el 2012, con un total de 1.115 millones destinados a reactivar las ventas de coches y rejuvenecer el parque de turismos.
La coyuntura política ha impedido continuar con la hoja de ruta que había trazado el sector conjuntamente con el Gobierno, que preveía un aterrizaje suave de las ayudas disminuyendo su cuantía de los 2.000 euros iniciales a los 1.500 actuales y con otro escalón en la segunda mitad del año que ahora no se podrá implantar.
IMPACTO EN LAS VENTAS
Anfac asegura que habrá que esperar unos dos meses como mínimo para evaluar el impacto de la ausencia de ayudas en el mercado español, aunque se da por seguro que se alcanzarán los 1,1 millones de matriculaciones, según ha explicado David Barrientos, director de Comunicación de la asociación.
Los fabricantes esperan que acabe la inestabilidad política para explicar al nuevo Gobierno su propuesta de reforma fiscal que ahora espera una oportunidad en algún cajón del Ministerio de Hacienda. La propuesta prevé eliminar el impuesto de matriculación, que ahora ha quedado limitado a loc coches con más emisiones de CO2, y replantear el impuesto de circulación para vincularlo a las emisiones de gases, incluidas las de óxido de nitrógeno (NOx), cuyos altos niveles han disparado las alarmas en las grandes ciudades.
La reforma quedó encallada por el problema político que suponía para el Ejecutivo buscar una alternativa de financiación para las comunidades autónomas, que perderían los ingresos por la recaudación del impuesto de matriculación.