QUINTA ESQUINA
Ricardo Hernández Lucas: "Todo lo que escribió Avelino, lo viví yo"
«La gente pensaba que trabajar en el campo era una desgracia » /«Hay que hacer un monumento a la boina» /«En Valdegeña hay cada vez más cosas que contar » /«Lo que busco está en el pueblo»
Ricardo es memoria oral. Hombre de pueblo de los que presumen de ello sin mucho hablar; convecino que lo fue ‘del Moisés y el Isidro’ que previeron la crisis en un poyato en Valdegeña; hermano de Avelino, también en pasado. A Ricardo Hernández Lucas (Valdegeña, 1934) se le adivinan las raíces, recias, y a veces deja hablar a los silencios: interesante su parlamento y más todavía lo serán sus memorias.
Pregunta.-¿Cuánto hace que no habla con Silvestrito?
Respuesta.-Lo veo todos los días, aunque no le hable mucho...
P.-¿Qué le dice?
R.-Lo único que hago es tocarlo, pero cuando van chicos, sí... Silvestrito me recuerda muchas cosas, porque mi abuelo se llamaba Silvestre. De ahí salió Silvestrito. Me recuerda a mi abuelo, a la escuela.
P.-Valdegeña no tiene quien le escriba.
R.-Se está quedando sin gente. Y en Valdegeña hay gente muy lista... Yo no he estudiado pero todo lo que escribió mi hermano, lo he vivido yo.
P.-‘Donde la vieja Castilla se acaba’... ¿hacia Aragón o la Meseta?
R.-A mí me gusta más esto que Aragón. Lo conozco bien. Venía mi hermano y ‘Ricardo que me tienes que llevar aquí o allá...’. Y no sé como se arreglaba después. A veces no había nadie, echaba cuatro miradas y mira lo que escribía...
P.-¿Dónde buscaría su identidad?
R.-Lo que busco está en el pueblo, en el campo.
P.-’Una vez había un pueblo’... ¿qué aprendió Ricardo allí?
R.-Lo primero que aprendí, mejor que ahora. A los seis años cuando empezabas a ir a la escuela, ya teníamos encargos en casa, gallinas, cochinos... con seis años. Yo aprendí más fuera, que en la escuela.
P.-¿Lo rural es medio o entero?
R.-Para mí es más medio que entero... Hablan de los pueblos, pero si es que se puede vivir en ellos, hay casas arregladas... (pero usted no vive). Me vine directamente aquí de Barcelona. La casa del pueblo, el día en que yo me muera se ha acabado. ¿Cómo abandono yo esto?
P.-Veo que ha quitado la boina.
R.-Me la pongo en septiembre y me la quito en abril, pero este año me la quite la semana pasada. Ahora me pongo la visera. He llevado la gorra o la boina toda mi vida. Y mi hermano Avelino la cogió porque la llevaba yo.
P.-¿Qué secretos guarda su boina que no le diga a nadie?
R.-En el pueblo la hemos llevado todos. Moisés y su hermano, toda la vida. (Habrá que hacerle un monumento). Pues yo he pesando eso en más de una ocasión, que habría que hacerle algo a la boina.
P.- «Se veía venir», dijeron Moisés e Isidro cuando previeron la crisis. (Se ríe). ¿Ante qué nos tapamos los ojos?
R.-Llevaban razón en parte, se veía venir. Que mi hijo tiene que estudiar, que no quiero que sea tan desgraciado como yo. ¿Pero por qué es uno desgraciado por estar labrando en el campo? Si un hijo no quiere estudiar por qué le vas a obligar. No se es menos por estar labrando.
P.-¿Qué vio venir usted?
R.-Que hemos venido a menos. Y que siempre ha estado así, abandonada. Y ahora algo mejor.
P.-¿Vivir en el pueblo marca?
R.-Sí, si hubiera estado en la ciudad no sería el que soy. Las ciudades no me gustan.
P.-¿Soria va o viene?
R.-Al paso que vamos cogerán y la mitad para Zaragoza y la otra mitad para Guadalajara o Burgos. (Confío en que no prevea usted nada). Espero que no pase pero así lo pienso. En Ágreda, en Sanidad ya derivan a Zaragoza. Por ahí se empieza. Mira Treviño... Estamos en este plan, unos tiran hacia un lado y otros hacia otro.
P.-¿Y si dejamos legislar al campo?
R.-Tampoco me fiaría hoy. Igual que está cambiando la nación, en los pueblos hay que cambiar las leyes...
P.-Si la vida fuera un mosaico, ¿qué piezas no encajarían?
R.-La desigualdad no me gusta. Y tampoco el que uno que haya estudiado sea más que otro que no lo ha hecho. El que no ha estudiado quizá sea más listo que el que sí.
P.-Usted es el eco y mantenedor de la memoria de Avelino.
R.-Sigue actual. Yo tengo las mismas ideas que mi hermano. Es que lo que él escribió yo lo viví y pasé. Y me gusta llevar a los chicos a explicarles cosas. Les gusta mucho. Yo viví más que él lo que Avelino escribió.
P.-¿Qué escribiría a su hermano?
R.-Le preguntaría muchas cosas. Y el mensaje principal... la pena de que se murió. Ojalá siguiera escribiendo de la forma en que lo hacía.
P.-¿Qué cuentos cuenta Ricardo?
R.-A los chicos les cuento cada vez más cosas. Es que en Valdegeña hay cada vez más cosas que contar, que ver y también que contar.
P.-Déme dos instrucciones para irme a vivir al campo.
R.-Que te guste la tranquilidad y la naturaleza. La gente dice que si hace frío... pero eso es mentira.
P.-¿Qué libro escribiría porque sí?
R.-Si te voy a decir la verdad... he escrito unas memorias, pero no sé cuándo saldrán. Me gusta que todos los recuerdos, de todo lo que he vivido y me han contado... Las están repasando.
P.-¿Qué dispondría como solución urgente para la despoblación?
R.-Es difícil pero se podría emplear a más gente en el monte.
P.-¿Por qué todos se van? O nos hemos ido...
R.-La gente pensaba que trabajar en el campo era una desgracia y los mandaban a estudiar... Y todos a estudiar, a estudiar. Después volvían a Soria, no encontraban trabajo y se iban... Me gustaría ver mi pueblo lleno de gente.