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«¿El cardenalato? Nunca pienso en grandezas que superan mi capacidad»

Vicente Jiménez Zamora vaticina que este otoño se producirá el nombramiento para cubrir la vacante de Osma Soria porque la nunciatura ya ha dado pasos

Vicente Jiménez Zamora.-

Vicente Jiménez Zamora.-

Publicado por
Julio Matute
Soria

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 La inclusión del arzobispo de Zaragoza, el agredeño Vicente Jiménez Zamora, en las quinielas ‘palaciegas’ como cardenal ‘futurible’ ha desatado un enorme interés público que nada que tiene que ver con el efecto que ha causado en el protagonista involuntario de la noticia. El eventual nombramiento no está en la agenda del agredeño que dedica su tiempo a trabajar intensamente, ajeno por completo a los movimientos del nuevo curso de la Iglesia española de cara a la constitución del nuevo Consistorio que, aunque previsiblemente se celebrará a fines de este año o comienzos del que viene», todavía no tiene fecha. Algo que, por contra, sí parece tener ya la designación de nuevo obispo para la sede vacante de Osma Soria.

Pregunta- ¿Cómo recibe los rumores que le colocan como cardenal in pectore, aunque sea a título de opinión y como futurible?

Respuesta- Recibo como el comentario de un periodista. No tiene más fundamento. Eso solo lo sabe el Papa y el Papa lo hace notorio en el momento que sea. No sabemos nadie quién es o quién va a ser. Eso es como si yo opino que puede ser el arzobispo de Compostela o el de Pamplona, pero sólo es opinión o cábala y futurible de un periodista. Yo sigo trabajando normal. No sé nada, porque como he dicho eso sólo lo sabe el Papa.

P.- En cualquier caso, vistos los antecedentes, parece que su enorme trabajo se valora de manera especial. ¿Se siente querido por el Papa Francisco?

R.- Soy un sacerdote, un obispo y un arzobispo colaborador con la Iglesia, servidor de la Iglesia, servidor fiel, y estoy siempre a lo que me han mandado. Primero como obispo de Osma Soria, donde estaba muy contento, por ser mi tierra. Después me enviaron a Santander, porque consideraban que allí podía prestar un servicio. Fuí con ilusión y esperanza. De verdad digo que estaba allí contento y que pensaba que allí iba a acabar mis días. Entonces fue cuando el Papa Francisco me pidió que viniera a Zaragoza y aquí estoy, trabajando todo lo que puedo y sé. Nada más. Lo demás es un simple rumor, una conjetura o una cábala. No tiene más.

P.- Su trabajo en Zaragoza ha despuntado por ser preciso, abnegado, corrector y pleno. ¿Cómo se puede atender con tanta calidad, cercanía y entrega, cómo se puede acompañar tan bien a tantos?

R.- La diócesis de Zaragoza ya de suyo es una diócesis grande, porque tiene un millón de habitantes, 700.000 concentrados en la capital, por lo que hay muchas realidades pastorales. Gracias a Dios tengo buena salud y el Señor me da fuerzas y me da energía y yo además tengo buena colaboración, y buena acogida, y trato de sacar adelante la tarea. Es eso en lo que ahora estoy centrado.

P.- Usted no reniega de tareas que otros ven como humildes y que sin embargo su laboriosidad distingue como capitales. ¿De ahí nace su vocación de acompañamiento?

R.- Por ejemplo ahora vengo de dirigir toda una semana de ejercicios a nuestros seminaristas mayores, que son 40 en el seminario. Ese es el día a día de mi tarea y no pienso en grandezas que superan mi capacidad.

P.- Con todo, ¿es consciente de que hay mucha gente que está impaciente para ver qué se decide en el próximo Consistorio?

R.- La celebración del Consistorio no se sabe todavía. No hay fecha fijada y no hay nada decidido tampoco en cuanto a los asistentes. Ahí está todo.

P.- Pero es consultor en Roma, el único, junto al obispo de Valladolid, con este distintivo ¿no?

R.- No, pero hay más obispos consultores de las otras congregaciones. Yo soy miembro, más que consultor, de la congregación de religiosos, que técnicamente se llama congregación de Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, en cuanto que en España soy presidente de esa comisión que se ocupa de los religiosos, pero hay bastantes obispos de España que son miembros o consultores de otras congregaciones romanas.

P.- ¿Por su procedencia, por su conocimiento y por su cercanía tengo que preguntarle si sabe algo en cuanto a cuándo se procederá a cubrir la vacante de Osma Soria tras la salida del obispo Gerardo Melgar Viciosa ya hace unos meses?

R.- Yo creo que no se tardará mucho en resolver la vacante. En el otoño creo que se cubrirá, porque ya se han pedido informes por parte de la nunciatura. Eso se envía a Roma, a la congregación de los obispos. Después se estudia por los que son miembros de la congregación de obispos antes de presentar ya al Papa el que creen que es el candidato idóneo. A partir de ahí, el Papa lo analiza, y estudia, y si lo cree conveniente procede a su nombramiento, pero no creo que Osma Soria tarde en cubrirse. Probablemente, pero sólo lo digo por lo que pueda saber y sospechar, que será durante este otoño.

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