ECONOMÍA
Copiso se expande a La Mancha y aumenta la producción de Ibérico
La cooperativa instalará 100.000 plazas de cebo en la provincia de Toledo en el 2017
El Grupo Copiso prevé cerrar el ejercicio 2016 con un crecimiento por encima del 10% en actividad y un 5% en volumen de facturación, por lo que alcanzará los 210 millones de volumen de negocio, frente a los 201 millones de 2015. Además, entre los retos de 2017 está su expansión por Castilla-La Mancha, en concreto, cuenta ya con contratos firmados (Toledo) para la instalación de 100.000 plazas de cebo. A esto se le suma el crecimiento previsto en la provincia de Soria con alrededor de 25.000 plazas más; en otras comunidades como Aragón y La Rioja; y en Ávila, Segovia y Salamanca, en lo que a producción de ibérico, se refiere, ligado, sobre todo, a la exportación.
El director gerente de Copiso, Andrés García, subrayó el «modelo de expansión sostenible y puntero» de Copiso y su grupo de empresas participadas: (Icpor Soria) de integración porcina que, a su vez, abastece a Incarlopsa (proveedor de Mercadona); Sinova Pork (también de integración porcina); AIM Soria (centro de inseminación porcina); Fertideyco (fertilizantes); Ferticyl (fertilizantes compactados); Coopcyl (central de compras de suministros agrícolas) y Biocombustibles Forestales (producción de Biomasa), según recoge Ical.
La cooperativa Copiso es la empresa que más factura en la provincia de Soria y se encuentra en el cuarto lugar de Castilla y León y entre las diez primeras de España de primer grado. Por su parte, Icpor, crece a ritmo de dos dígitos, según Andrés García, quien precisó que otro de sus objetivos pasa por construir, a través, de Ia misma una fábrica de piensos en Castilla-La Mancha que abastezca a las granjas asociadas de esta Comunidad autónoma, tal y como hizo en el polígono industrial de Valcorba (Soria).
«Necesitamos mayor producción agrícola. Soria es una provincia cerealista y excedentaria y pretendemos ya no tener un mayor número de socios, pero sí que las explotaciones tengan mayores dimensiones y una mayor penetración. También pretendemos expandir la actividad con el ibérico, para, exportar producto», indicó.
La clave del éxito de Copiso está en que la producción agrícola y la ganadera van de la mano. Ambas actividades se complementan y se benefician mutualmente, gracias a un modelo cooperativo integrador que forjaron los socios, conseguido después de décadas, gracias al sector primario soriano. «La cooperativa posee un modelo agrario integral que aglutina la actividad agrícola y la ganadera, que se benefician mutuamente, y completan todo el proceso: cultivo de materias primas, fabricación de pienso y producción porcina», dijo.
La cooperativa provincial Copiso nace en 1967, como una reacción de 25 agricultores y ganaderos para defender el medio rural soriano, ante la voraz emigración que desangraba demográficamente la provincia. Actualmente participan en esta cooperativa 1.218 socios y trabajan alrededor de 115 personas de forma directa. En 2012 se asoció con Incarlopsa para crear Icpor Soria e iniciar un ambicioso proyecto de expansión. La integración de Copiso culminó el pasado año con la fusión de las secciones que había (agricultura, piensos y ganadería) en una única, con motivo de la construcción del nuevo complejo industrial en Valcorba. Andrés García recordó que hace cuatro años Copiso decidió que sus expansión porcina debía hacerse desde una sociedad limitada y se alió para ello con Incarlopsa para crear Icpor, sociedad participada por Incarlopsa y Copiso, que se marca como horizonte de dos año la producción de un millón de cerdos de capa blanca.
La cooperativa soriana también apostó por la investigación relacionada con la I+D+i. En septiembre inició un proyecto europeo Life, denominado ‘Samart Ferirrigation’ que lidera y coordina la cooperativa con varias firmas españolas y europeas, con el que se pretende demostrar que el digestato del purín puede transformarse en un bioferlizante líquido, ecológico y de alta calidad para la agricultura. También se llevaron a cabo proyectos sobre producción agrícola para biomasa, el cultivo de leguminosas o la calidad de carne porcina.
Además, también diversificó su actividad con las energías renovables, y más concretamente la biomasa. Por ello, instaló calderas de biomasa en sus granjas y en la nueva fábrica de piensos de Valcorba, que consume astilla. El fin es aprovechar otro recurso del medio rural soriano. Andrés García explicó como la empresa en menos de una década ha pasado de estar focalizada en la producción a tener una conciencia mucho más social con un modelo de gestión que pasa por certificarse con responsabilidad social corporativa. Aspira, por tanto, a contar con sellos de calidad y certificaciones (ISOS) y para ello ha incorporado a la plantilla a abogados, una ambientóloga y un periodista, entre los 20 profesionales cualificados que se han incorporado a la cooperativa.