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CONSEJOS PARA AGRACIADOS POR LA SUERTE

¿Qué hago si me toca el Gordo?

Lo primero es no tomar decisiones precipitadas y después tratar de diversificar los riesgos

Celebracion del gordo del Sorteo de Navidad.-MIGUEL LORENZO

Publicado por
AGUSTÍ SALA
Soria

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El Gordo es el premio estrella de la Lotería de Navidad, con 400.000 euros por décimo, 20.000 euros por euro jugado. La cantidad no le convertirá en millonario, pero ¿se ha planteado qué hará si le toca?

1. PAUSA Y ASESORAMIENTO

Lo primero es guardar el décimo en un sitio seguro para pensar con calma. No olvide que Hacienda retiene el 20%, que el es gravamen especial que recae sobre los premios de más de 2.500 euros desde el 2013. Por tanto, si son 400.000 euros, en realidad percibirá líquidos 320.500 (los primeros 2.500 están exentos y Hacienda se llevará 79.500 del exceso). Una vez cobrado, ya no tiene deudas con el fisco. De todas formas dependerá de los rendimientos obtenidos o de si la cantidad percibida eleva la riqueza neta (descontadas las deudas), es decir, todo lo que posee, por encima de 500.000 euros. En ese caso tendrá que presentar el impuesto del patrimonio en Aragón y Cataluña. En las autonomías que no han fijado un mínimo exento propio de este gravamen este es de 700.000. En Madrid no se paga. Y respecto a los caprichos, los expertos recomiendan dedicar como máximo el 10% a gastos de disfrute personal como viajes o coches. No más.

2. PARTIR Y REPARTIR

Si su idea es compartir el premio, por ejemplo con sus hijos, tenga en cuenta que ese acto está sujeto al impuesto de donaciones por parte de los beneficiarios. El gravamen, que es un tributo cedido a las autonomías, varía de un territorio a otro. En algunas comunidades como Cataluña, donde las donaciones entre parientes más próximos (padres, hijos o cónyuges) tienen tipos más bajos, que van del 5% al 9% (muy por debajo del 7% al 32% que deben pagar los familiares más lejanos), existen ventajas en determinados casos. Esos supuestos permiten reducir el tributo cuando el dinero se destine a adquirir elementos patrimoniales afectos a una empresa o actividad profesional, la participación en entidades, si sirve para constituir o adquirir una empresa, comprar bienes del patrimonio histórico español o catalán o para la hacerse con la primera vivienda habitual.

3. TAPAR AGUJEROS

Muchos agraciados suelen recurrir es a la famosa frase de "tapar agujeros" cuando les toca el Gordo u otro de los premios principales. Eso no significa más que reducir o saldar deudas, como la hipoteca. Pero, teniendo en cuenta lo bajos que están los tipos de interés, hay que valorar los beneficios fiscales y si es un momento de reducir cargas. En todo caso hay que tener en cuenta que cada contribuyente puede deducirse 9.000 euros anuales (18.000 en la declaración conjunta del IRPF) por la hipoteca, lo que supone 1.366 euros, siempre que se trate de una vivienda habitual adquirida con anterioridad al 2013. Los expertos aconsejan no utilizar hoy todo el importe del premio a reducir deudas. Hay que dejar una parte a la inversión, a hacer trabajar el dinero y tratar de obtener una rentabilidad que supere a la inflación. Otra parte de los recursos puede emplearse a reducir las cargas de cara a futuras subidas de los tipos de interés. 

4. HUEVOS Y CESTAS

Un principio esencial en la inversión consiste en no poner todos los huevos en la misma cesta, es decir, debe diversificar el riesgo. No dedique todo el premio a comprar una casa, una obra de arte o acciones de una única compañía, a no ser que tenga mucho más dinero en sus cuentas. En todo caso, diversificar es más productivo o posible con una suma elevada que con una cantidad más pequeña, ya que cuanto más alta es la base de la inversión más lo será el rendimiento que se obtiene; si es que lo hay.

 

5. INVERSIONES CONSERVADORAS

Cada persona debe invertir en función de su tolerancia al riesgo. El común de los mortales suele ser conservador y quiere poco riesgo y el rendimiento más elevado o seguro posible. En esencia, no perder. Por lo general, a mayor riesgo mayor rendimiento potencial. Los bajos tipos de interés actuales, que son una ventaja para los endeudados, son en cambio poco atractivos para el ahorrador más temeroso. Los depósitos hasta un año retribuyen de media el 0,12%; entre un año y dos, el 0,16% y por encima de ese plazo, el 0,11%, según los datos del Banco de España. Hay algunas ofertas que a duras penas llegan al 1% a 12 meses, pero para cantidades importantes (más de 50.000 euros) ofrecen en torno al 2%. Otra vía para buscar más rendimientos son los fondos de inversión que van de los más 'tranquilos', los monetarios (rentabilidad media anual del -0,24% a un año; del 0,06% a tres; del 0,77% a cinco y del 1,27% a 10 años en noviembre) ; hasta los globales (bolsa mundial, con rendimientos medios anuales del -1,80 a un año; del 1,74% a tres; del 3,95% a cinco y del 0,74% a 10 en noviembre). La ventaja con los fondos es que no se tributa hasta que se realizan los beneficios o las pérdidas. En deuda pública, para obtener un rendimiento del 2% hay que adquirir obligaciones del Estado a 30 años, pero se cobra cupón cada año, Hasta un plazo de tres años, los rendimientos actuales son negativos.

6. RINCÓN PARA LA VEJEZ

En caso de no necesitar todo el dinero ganado, otra posibilidad es dedicar una parte a ahorrar para la vejez a través de un plan de pensiones. La mayor ventaja es tributaria, ya que se puede reducir la base imponible del IRPF hasta 45 de cada 100 euros invertidos. El máximo de aportación deducible son 8.000 euros anuales. En todo caso, se trata de elegir entre un ahorro fiscal inmediato o diferir el pago futuro de impuestos al momento de la jubilación, cuando los ingresos se reducen con respecto a la etapa en activo. Una opción más conservadora son los planes de previsión asegurados (PPA), con rentabilidades del -0,74% a un año, del 3,41% a tres años; del 5,87% a cinco; del 2,30% a 10; del 3,30% a 15 y del 4,38% a 20.

7. LADRILLO E ILIQUIDEZ

El ladrillo vuelve a ser atractivo, aunque no se puede olvidar que se trata de una inversión de baja liquidez. En resumen, cuando se necesita el dinero puede ser un momento malo para vender porque los precios están demasiado bajos. En cualquier caso, las viviendas engrandes ciudades como Madrid o Barcelona ya llevan un tiempo subiendo y pueden ser una inversión para luego alquilar. A su vez aún existen oportunidades más baratas zonas de interior. Si es para mantener la propiedad a largo plazo aún hay oportunidades. Otra cosa es si es para invertir a corto plazo, es decir,para vender y obtener una ganancia rápida, porque entonces aún existen más potenciales vendedores que compradores.