Heraldo-Diario de Soria

IGLESIA

Abilio Martínez, nuevo obispo de Osma-Soria

Procede de La Rioja, tiene 52 años y se espera que confirme el resto de cargos de la Diócesis

Abilio Martínez Varea.-DIÓCESIS DE OSMA-SORIA

Abilio Martínez Varea.-DIÓCESIS DE OSMA-SORIA

Publicado por
Antonio Carrillo
Soria

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La Diócesis de Osma-Soria ya tiene obispo, al menos electo. El riojano Abilio Martínez Varea recibirá el báculo de San Pedro de Osma cubriendo una sede vacante desde comienzos de abril de 2016 de facto y de forma oficial desde el 26 de mayo. De esta forma, sustituirá como prelado a Gerardo Melgar Viciosa y en sus funciones al administrador diocesano, Gabriel Ángel Rodríguez Millán. No obstante todavía no se conoce la fecha de la toma de posesión, por lo que el organigrama seguirá por ahora inalterado.

Abilio Martínez Varea nació el 29 de enero de 1964 en Autol, pueblo de La Rioja perteneciente a la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. A los 12 años ingresó en el Seminario Diocesano de Logroño donde estudió filosofía y teología entre los años 1982 y 1987. Continuó sus estudios en la Universidad Gregoriana de Roma donde se licenció en teología dogmática (1987-1989), haciendo los cursos de doctorado en la Universidad de Salamanca (1994-1996).

Fue ordenado sacerdote de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño el 30 de septiembre de 1989 en la Capilla Mayor del Seminario Diocesano de Logroño. Comenzó su ministerio sacerdotal como vicario parroquial en Aldeanueva de Ebro en 1989, cargo en el que permaneció hasta 1994.

En 1996 es nombrado vicario parroquial de San Pío X de la ciudad de Logroño, Director del Secretariado de Juventud (1998-2000), Delegado de Apostolado seglar (2000-2003), Delegado de Enseñanza (2003) y Vicario de pastoral y enseñanza en 2005 hasta la actualidad. Ha sido, además, consiliario de Concapa-La Rioja, Director de Centro Deca de Logroño y miembro del Cabildo de la Concatedral de La Redonda de Logroño.

Rodríguez Millán fue precisamente el encargado de hacer pública la noticia en Soria, anunciada simultáneamente en Logroño y El Vaticano. «Nuestra Iglesia cuenta con un nuevo pastor que nos presidirá en nombre del Señor tras el traslado a la Diócesis de Ciudad Real el pasado mes de mayo de Gerardo Melgar Viciosa».

En sus palabras, el nuevo prelado «sin duda, nos ayudará a abrir nuevos caminos de evangelización en estos tiempos y en esta sociedad tan necesitada de testigos y maestros. Os invito a acoger a nuestro Obispo como hermano y como padre. Estemos desde el principio bien dispuestos a facilitar su misión entre nosotros y a llevar con él la responsabilidad del ministerio apostólico que se le ha confiado. Estoy seguro de que no le faltará nuestra asidua oración, nuestra colaboración generosa y la pronta disponibilidad de todos».

Asimismo Rodríguez Millán se dirigió al nuevo prelado, ayer ausente en Soria, para explicarle que «viene usted, desde la Iglesia hermana de Calahorra y La Calzada-Logroño, en el nombre del Señor, a ser entre nosotros icono y presencia sacramental de Jesucristo, el Buen Pastor que sale en búsqueda de la oveja perdida y cuando la encuentra la carga contento sobre sus hombros». Por ello «le abrimos las puertas de nuestro cariño, afecto y comunión».

Hasta que se produzca el acto oficial, eso sí, «servidor seguirá ejerciendo» como administrador diocesano. A falta de cerrar fechas, al menos se sabe que el acto se celebrará en la catedral de El Burgo de Osma, un sábado por la mañana. El domingo se celebrará la entrada en la capital con una ceremonia en la capital. No obstante, las visitas serán frecuentes hasta este momento para cerrar algunos capítulos y se espera un decreto de confirmación de cargos.

Asimismo se refirió, a preguntas de los periodistas, a la juventud del nuevo prelado oxomense. «Todos los obispos de Osma Soria son jóvenes. Braulio fue durante años el más joven de España» al igual que Francisco. «Nuestra Diócesis es diócesis-cuna, donde aprenden la tarea y son enviados a otras diócesis». A pesar de ello, la fórmula «tiene muchas virtudes también» y «siempre podemos gloriarnos de ser maestros de obispos».

Las felicitaciones no tardaron en llegar. El alcalde de El Burgo de Osma, Jesús Alonso, trasladó a Martínez Varea «la más sincera felicitación en nombre de toda la población», al tiempo que aseguró que será acogido por los burgenses y oxomenses «con los brazos abiertos». En sus palabras el pueblo « se siente honrado y orgulloso de su condición de sede episcopal y catedralicia, consciente de que tan singular y alta condición ennoblece, dignifica y confiere relevancia».

A pesar de que el obispo electo, Abilio Martínez Varea, no estuvo presente en el anuncio del nombramiento en Soria envió sus primeras palabras a la Iglesia oxomense. En ellas, dejó algunas pinceladas de su gestión, con cuestiones como la cercanía, el apoyo a la juventud o el recuerdo a la vida consagrada.

«No quiero ser un ‘jefe de empresa’ sino un compañero de camino que entrega su vida en el anuncio de Jesucristo buscando siempre el bien de las personas», aseveró el obispo electo. «Y, ¿por qué no decirlo abiertamente?: un empeño importante y principal de mi ministerio serán los jóvenes, futuro de ésta, para mí, ya entrañable tierra soriana. Quiero ayudar a que Dios esté más presente en nuestra vida convencido de que esto es algo bueno para todos».

En la misiva recordó que «soy muy consciente de que he sido destinado a pastorear una Iglesia en la que todo el Pueblo de Dios está sumamente implicado en su entrega evangelizadora. Me uno con mi mejor ánimo y puedo aseguraos que pondré todo mi empeño para hacer efectivos todos vuestros afanes apostólicos».

Respecto a su conocimiento de Soria apuntó que «por múltiples razones pastorales y de otra índole, he estado muy cerca de vosotros geográficamente y, sobre todo, de corazón. También puedo deciros que intentaré estar a la altura, dada la circunstancia de que algunos obispos que han regido esta muy querida diócesis han sido precisamente riojanos».

Tras mostrar su agradecimiento tanto a su antecesor, Gerardo Melgar «y sobre todo a Don Gabriel-Ángel Rodríguez Millán», apuntó que «a los sacerdotes y seminaristas les digo que voy a la diócesis soriana con mi mejor ilusión y cariño, y, como no puede ser de otra manera, con mis limitaciones y mis pobrezas. Por eso, les pido su comprensión y su ayuda para ejercer bien la misión que el Señor me ha confiado».

«También tengo presente», prosiguió, «a la vida consagrada, religiosos y religiosas, que desde la oración y la entrega hacen vivo el reino de Dios. Vuestra presencia en medio de estas tierras sorianas es un don del Espíritu a la Iglesia». El nuevo prelado tuvo además palabras para las autoridades y les invitó «en estos momentos de crisis (y no sólo económica)» a compartir «el servicio en bien de los más pobres y necesitados». Y finalmente, «un saludo a todos los sorianos, sea cual sea su creencia y convicción, de los que ya me siento paisano y amigo».

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