SOCIEDAD
Varea aboga por integrar a la mujer en la organización de la diócesis
Avala que haya féminas con «responsabilidad», aunque ajenas al sacerdocio
Hace tan solo 11 días que tomó posesión como obispo de Osma-Soria y Abilio Martínez Varea comienza a desvelar las líneas maestras de la que será su gestión al frente de la iglesia soriana. El prelado apuesta por dar relevancia a la mujer en la estructura eclesiástica con «puestos de responsabilidad». Martínez Varea es consciente de la falta de vocaciones sacerdotales y reclama «imaginación» y «creatividad» para aumentar la implicación de los seglares en la tarea evangelizadora.
Sobre el papel de las mujeres en el seno de la Iglesia, Martínez Varea recuerda que la normativa actual impide el acceso de las mujeres al sacerdocio, pero que «deben ser integradas en otros ámbitos y con responsabilidades». El obispo explicó que en su antigua diócesis ya hubo mujeres al frente de importantes departamentos y que en su opinión «la mujer ocupará puestos de responsabilidad, no por ser mujer, sino porque lo vale». Varea insiste en que «no hablo de cuotas, creo que no sirven, hablo de mujeres que lo hacen bien».
El responsable de la diócesis identifica la falta de vocaciones como uno de los principales «retos» a los que debe enfrentarse en los próximos años. En este sentido destaca el papel de los sacerdotes de Osma-Soria que «no se jubilan hasta que no pueden más» con lo que mitigan la falta de nuevos presbíteros. A pesar de los pequeños grupos de jóvenes que estudian tanto en el seminario Menor como en el Mayor, Martínez Varea asume que «el reto es fomentar las vocaciones, necesitamos más jóvenes en el seminario».
Asimismo, el obispo remarca que la atención pastoral «no es exclusiva de los sacerdotes» y reivindica el papel de los laicos en la difusión del Evangelio. «Hay laicos comprometidos que viven su bautismo con mucha fuerza y que pueden hacer la atención pastoral en las parroquias», señala. En este sentido, advirtió que no se trata de un modelo nuevo, ya que se aplica en otros territorios, y que en Soria también se practica hace años.
La diócesis explica que hay alrededor de 200 personas en la provincia que actualmente tienen una colaboración activa en la atención pastoral. «Tenemos que caminar hacia la implicación de los seglares, no significa que olvidemos las vocaciones, no hay que contraponer», comenta. «En Soria se está haciendo, sobre todo esas personas que celebran la palabra de Dios los domingos, no son sacerdotes y no dicen misa, pero hacen una celebración de la palabra y una distribución de la eucaristía, es algo muy importante para las parroquias», remarcó.
El prelado oxomense no tuvo reparos en hablar sobre los casos de pederastia que han afectado a la iglesia en los últimos años para afirmar que se trata de una «lacra». Martínez Varea asegura que para acabar con esta problemática «el Papa Francisco lo que ha conseguido es que se sea más decidido a la hora de terminar con ella». «Ha establecido una normativa muy clara y muy concreta», apostilla. Asimismo, sobre la participación de las personas divorciadas en la comunión, el obispo volvió a recurrir a las palabras Papa Francisco en Amoris Laetitia. «Acompañar, discernir e integrar», remarca.
Martínez Varea también adelantó su intención de retomar el proceso para la beatificación de Sor María de Jesús de Ágreda. «Esta paradito», reconoció el prelado oxomense. El obispo anunció que el próximo 17 de junio, con motivo de la celebración de la Virgen de los Milagros, visitará Ágreda y mantendrá una reunión con las hermanas concepcionistas. Una vez recabe toda la información del proceso se buscará «darle un pequeño impulso» e «intentar moverlo en Roma».
Cuestionado sobre posibles cambios en la organización del a diócesis, Martínez Varea indicó que antes de tomar ninguna decisión esperará a conocer el territorio. «No puedo hablar de futuro, por sentido común, lo primero al llegar a una organización es tratar de conocer cómo está funcionando», advierte. El obispo aseveró que buscará mantener las relaciones de «colaboración» que hay con el resto de confesiones, en especial las cristianas ya que «todos creemos en Jesucristo». «Es más lo que nos une que lo que nos separa», añade.
Ante la cercanía de la Semana Santa, el obispo puso en valor el «efecto pastoral» que pueden tener las procesiones. Para cumplir ese papel, Martínez Varea considera básico que los cofrades «vivan» ese sentimiento desde dentro. y animó a «purificar lo que sea folklore sin desprestigiar la religiosidad popular».