Heraldo-Diario de Soria

QUINTA ESQUINA

Javier del Pino: "No me gusta que se silbe al himno"

«La pasión desmedida nos hace olvidar que el fútbol es un juego» / «Un balón es libre» / «Muchos estereotipos que cuelgan a los futbolistas no son verdad» / «Ojalá hubiese nacido soriano para poder presumir del Numancia»

Javier del Pino-V. Guisande

Javier del Pino-V. Guisande

Publicado por
P. Pérez Soler
Soria

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Sigue midiendo hasta los silencios. Aquella prudencia de futbolista aparece hoy madura y convencida. El fútbol sigue moviendo a Javier del Pino González (Madrid, 1980) –un año ya apartado del césped el ex capital del Numancia– pero hoy es otro fútbol el que le ocupa. Ése que no se ve, pero que impregna valores que no pasan de moda.

Pregunta.- ¿De qué podríamos hablar que no fuera de fútbol?

Respuesta.-Como mi vida siempre ha estado rodeada de deporte y fútbol, no te creas que tengo muchos temas de conversación.

P.- Elija ser intérprete o artista.

R.- Elijo ser artista.

P.- Algo no va bien cuando todos los niños quieren ser futbolistas.

R.- En eso estoy de acuerdo, pero bueno, es labor de los padres. Son quienes tienen que educar, que no todo es fútbol.

P.- ¿Qué hacemos mal?

R.- Eso, la educación. Creer que el hijo va a llegar a ser futbolista. La gente no se da cuenta de que el filtro es tan pequeño que no caben todos, de hecho no cabe casi ninguno.

P.- ¿Qué cambiaría del fútbol como concepto?

R.- Que la gente valore que al final el fútbol es un juego. Está bien la pasión, pero la pasión desmedida y descontrolada hace que nos olvidemos que el fútbol es un juego.

P.- ¿Qué libro debe leer Ronaldo?

R.- Soy un apasionado de la lectura, pero no soy quién para aconsejar a Ronaldo. Igual lee más que yo.

P.- ¿Por qué la mayoría de los futbolistas son tan parcos en palabras?

R.- Nos protegemos ante situaciones que son incontrolables. El hecho en el punto de mira la sociedad muchas veces nos hace protegernos. A veces cuando intentas ser más tú, a veces te caen palos. La experiencia te hace protegerte.

P.- A sus ojos de madrileño, ¿qué partido le falta por jugar a Soria?

R.- La despoblación me preocupa.

P.- ¿Qué no es verdad en el fútbol?

R.- No son verdad muchos estereotipos que nos cuelgan a los jugadores. Mucha gente es normal, llana. Lo que pasa es que hay ciertas actitudes, actos... de jugadores con los que se nos encasilla al resto. Pero hay gente normal en el fútbol igual que en cualquier gremio.

P.- ¿Por qué tiene uno del Barça que votar en catalán?

R.- Es su lengua. En Galicia cada uno tiene su lengua autóctona... (¿Me preguntas por la independencia?) Son temas complicados, al final mi postura es que hay que llegar a un entendimiento entre las dos partes. Son entendibles las dos posturas. Con diálogo se llega a todos los sitios. No hay por qué fragmentar nada.

P.- Una comprometida, ¿cómo se le queda el cuerpo con los silbidos al himno?

R.- A mí no me gusta que se silbe al himno pero la libertad de expresión es respetable. Me considero un hombre bastante tolerante en todos los ámbitos. Pero no me gusta. Me da igual el himno de España que otro. Pienso que en un evento en el que se conmemora algo hay que ser respetuoso con todo. No hay que mezclar la política y el fútbol. Ése es el mayor error, porque no deja de ser un partido de fútbol.

P.- ¿Qué nos da nuestro Numancia que no reparemos en ellos?

R.- Muchas cosas. Si hubiera nacido en Soria estaría tan orgulloso de tener un equipo como es el Numancia... Ojalá hubiera nacido soriano para poder presumir de un equipo en Segunda División, como el Numancia, un equipo tan saneado, con la idiosincrasia que tiene el club. Es la pena de no haber nacido en Soria. Que haya gente que no valore eso... Son los menos también.

P.- ¿Qué tiene el fútbol que no vendamos lo suficiente?

R.- Muchos valores muy buenos. Compañerismo, unión, salud...

P.- ¿Independiente es un balón?

R.- Un balón es libre. Es sinónimo de libertad, de imaginar... Con él se pueden exteriorizar muchas cosas.

P.- ¿Qué reflexiones necesita el fútbol?

R.- Es verdad que hay mucha pasión en la sociedad. Se mueven grandes cantidades de dinero que la gente no comprende, pero quítale el fútbol a la gente, a ver cómo reacciona. Al final en esta vida lo que uno tiene es lo que uno produce. El fútbol es como es y hay que aceptarlo.

P.- ¿A quién se le debe un partido?

R.- A todas las personas que han hecho que el Numancia esté donde esté. Veintiún años en el fútbol profesional, eso se lo debemos a alguien. Con la dificultad que conlleva. No te hablo solo de dirigentes. Te hablo de jugadores que han pasado, gente que ha sufrido por este club.

P.- ¿Por qué se actúa tan bien en el terreno de juego?

R.- Al final estás con 20 cámaras... Hay que portarse bien... (Y quejarse bien). O quejarse bien, somos un país de pícaros.

P.- Al economista, ¿qué números deportivos le disgustan?

R.- Los que la gente no puede cumplir. Yo he sufrido el otro lado del fútbol impagos, reivindicaciones, cerrarse en un vestuario porque los dirigentes eran unos mentirosos... Esos números no me gustan, los que la gente promete y no cumple.

P.- ¿Qué no aprenderá su hijo teniéndolo todo que sí aprendió usted sin tener tanto?

R.- Bueno, él no tiene de todo. Tiene lo mismo que su vecino y cualquier otro niño. (Ya, pero en cualquier caso más que usted a su edad). Estar jugando cinco horas con una peonza, unas canicas, una partida de chapas...

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