INFORME MUNDIAL
La OCDE recomienda a España facilitar la búsqueda de empleo
El organismo internacional fija en el 2019 la recuperación del mercado laboral previo a la crisis
España es uno de los países desarrollados peor clasificados en términos de empleo, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), que recomienda al Gobierno ayudar a los parados a encontrar trabajo con políticas activas.
En su informe 'Perspectivas de Empleo 2017', presentado hoy en Berlín y en el que analiza la situación del mercado laboral en sus 35 socios, apunta que España, tanto cuantitativa como cualitativamente, se encuentra en el furgón de cola del mercado laboral. "A fin de mejorar aún más el rendimiento, sería vital proseguir el esfuerzo de reforma, en particular, desarrollar y coordinar políticas activas del mercado de trabajo regionales para ayudar a los desempleados a encontrar empleo", sugiere.
En concreto, esta organización aboga por que se pongan en marcha los instrumentos necesarios para "mejorar la evaluación y el seguimiento de estas políticas", con el objetivo de establecer su eficacia.
MEJORA EN EL 2019
Además, reconoce la mejora del empleo en España y cree que esta tendencia al alza se mantendrá en los próximos dos años. La OCDE destaca que la población empleada ya ha alcanzado las cifras previas a la crisis y estima que la tasa de desempleo no alcanzará el nivel anterior a la crisis hasta finales del 2018 o principios del 2019, cuando se prevé que la tasa de desempleo sea del 15,5% y la de empleo del 55,4%.
Dentro de la OCDE, España es, según datos del año pasado, el cuarto país con una menor proporción de población empleada (por delante tan sólo de Italia, Grecia y Turquía) y el segundo con una mayor tasa de desempleo (por detrás de Grecia).
RENTA DISPONIBLE
Además es el que tiene una mayor proporción de personas viviendo con menos de la mitad de la renta disponible media de su país (16,5 % de la población en edad de trabajar), seguido por Grecia, Estados Unidos, Estonia, Chile e Israel.
Asimismo, es el segundo país con una mayor inseguridad en el mercado laboral (entendida como la proporción de ingresos que se perderían en caso de que un trabajador quedase desempleado) y el cuarto con una mayor proporción de empleados que ven amenazado su puesto laboral.
España se sitúa ligeramente por encima de la media de la OCDE en ingresos brutos -en dólares- por hora trabajada y en la brecha salarial que padecen tanto las mujeres como otros colectivos con problemas de acceso al mercado laboral.