QUINTA ESQUINA
Raúl Beltrán: "Lo primero es identificar a los malos"
«La figura de control no siempre se valora bien» / «Lo de llevar o no armas es algo que hay que replantearse» / «El principal riesgo de Soria es el derivado de la despoblación» / «Cualquier cosa que hagas implica un riesgo»
... Y para eso está él. (Entre otros y sin permiso de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado). Para vigilar y descubrirlos, que el campo es ancho y el sector, complicado. Hay pocas palabras que Raúl Beltrán Fernández (Soria, 1967) tenga más en mente que la que nos ocupa: seguridad. Hablamos de la privada, especialmente la de campo abierto –agro, cotos, polígonos...–. Y tiene propuestas que aportar.
Pregunta.-Si le contrato, ¿qué tipo de protección podré recibir?
Respuesta.-Depende del contrato, pero toda la del mundo. Lo primero que tendríamos que mirar es cuál es su problema. Ver los riesgos y amenazas que le atañen y sobre ello plantear la protección más inteligente. No se trata de matar moscas a cañonazos.
P.-¿Cuáles son los riesgos de Soria?
R.-Muchos. El principal, derivado de la despoblación y la falta de efectivos policiales. El riesgo de esta provincia es una falta de respuesta oportuna, adecuada y profesional.
P.-Creo que le van a mirar mal por decir eso.
R.-Si se refiere como mis compañeros a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ellos son muy conscientes. Y además tienen un tremendo mérito: no juegan en casa, lo dan todo con una inferioridad de medios y recursos manifiesta. Y muchas veces con esa inquina de que parece que se culpa a la Guardia Civil de no estar.
P.-¿Y cuáles son sus riesgos?
R.-En cuestión de seguridad, tener que pasar a otro sitio porque en Soria nos queda tan poco que hay poquito que proteger.
P.-Entenderá usted que la gente se líe con tanto guarda.
R.-En España somos muy dados a poner títulos, titulillos, guerras, guerrillas y cada autoridad delegue. Esto hace que la figura de control no siempre se valore ni tenga toda la seriedad que produce.
P.-Dígame dos enfoques vitales de la seguridad.
R.-En España es muy complejo porque nos han quitado el sentimiento y la perspectiva de seguridad, pero en principio la seguridad debería ser un planteamiento transversal. Y otra perspectiva vital, la capacidad de evaluar el riesgo y asumir la posibilidad de que algo nos ocurra.
P.-¿Riesgo en todo?
R.-Yo sé que hago cualquier cosa en esta vida y tengo unos riesgos, de que acierte, me confunda, la cosa salga bien o mal. Cuando soy capaz de analizar y asumir lo que me pueda venir, eso es hacer seguridad.
P.-¿Qué seguridad tiene entre manos?
R.-Mi objetivo ahora es poder montar en Soria una estructura que se está desarrollando en otros sitios. Es lo que nosotros llamamos Red de Protección Rural, unas patrullas de vigilancia discontinua que pueden trabajar para ayuntamientos, propietarios, caza... Que hagan una estructura de seguridad dentro de la provincia, una serie de visitas intermitentes, que den una presencia de control dentro del campo. Pero que además sean capaces de generar una inteligencia que sean de utilidad a nuestros clientes, para que sepan, que vayan adquiriendo esa cultura de seguridad que, digo, nos han robado... En Inglaterra y otros países tienes todas las estadísticas a tiempo real y todo lo que pasa.
Lo que queremos es montar esa red para enseñar a la gente a determinar medidas, los riesgos que pueden ser una amenaza. Generar esa riqueza informativa y pasarla y servirla a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que son los titulares de nuestra misión.
P.-¿Por qué hacen falta más guardias que los de la Administración habilita?
R.-Por un principio de legalidad. Yo quiero que lo mío esté bien cuidado y eso no quiere decir que yo tenga que tener a un guardia civil en mi casa. (Para que no nos roben las setas) Y que no nos roben las setas. ¿Quién las tiene que proteger? Es una cuestión filosófica pero económicamente tiene su justificación. Quien quiere proteger algo por encima de la media de la protección, tiene que contar con sus propios medios. Porque a la gente de Madrid le guste mucho el fútbol no podemos dejar al resto de España sin policías.
P.-Oiga, ¿tan poco seguros estamos?
R.-(Largo silencio y mirada evidenciadora).
P.-¿Qué hace un guarda rural frente a los malos, malos?
R.-Ante los malos lo primero que hay que hacer es identificarlos. Pedir ayuda a los cuerpos correspondientes y finalizar la acción. Cuando el malo es uno, se suele tener la capacidad y los arrestos de neutralizarlo. Cuando son más...
P.-Me dice alguna fórmula para frenar a esos, a los malos.
R.-Constancia y endurecer el blanco. Que ellos entiendan que nosotros vamos a estar y en cualquier momento estamos. No es una leyenda, es realidad.
P.-Creí que iba a decir llevar armas.
R.-Llevar armas hoy por habrá es algo que habrá que replantearse. Si en ocho minutos somos capaces de comernos 48 heridos y ocho muertos (atentado de Londres), esperamos que la gente que tiene que tomar decisiones, pueda solucionar estos problemas. Yo soy partidario del control de las armas, desde luego, pero viendo lo que hay, el personal de seguridad debería tener capacidad de reacción.