El nuevo comisario asume el compromiso de ofrecer seguridad para todos en Soria
Gibert Ortega, con una perspectiva inclusiva, agradeció la notable colaboración con el resto de fuerzas de seguridad
Luis Gibert Ortega, combinó emoción, determinación, agradecimiento y compromiso en su primer discurso oficial como nuevo jefe de la Comisaría provincial de Soria. «Espero ser digno de esta responsabilidad», anunció tras agradecer su designación, manifestando a renglón seguido que la seguridad en una provincia como Soria «abarca desde las mujeres que son víctimas de violencia de género hasta nuestros mayores y a los discapacitados, desde la seguridad de los niños y jóvenes en las aulas y zonas de ocio hasta la de estas fiestas patronales con las que he estrenado mi mandato, desde la de personas sometidas a procesos migratorios hasta la seguridad en las redes sociales e internet», resumió.
De igual modo agradeció también la colaboración y coordinación con otras fuerzas y cuerpos de seguridad: «para poder cumplir sus objetivos la Policía Nacional no puede estar sola y desde aquí ofrezco la leal colaboración y coordinación no solo con la otra institución de ámbito nacional como es la Guardia Civil sino también con la Policía Local, ya que el objetivo primordial de los tres Cuerpos es la seguridad de los ciudadanos».
Por su parte, el jefe superior de Policía de Castilla y León, Jorge Zurita, puso en valor la ejecutoria de los antecesores de Gibert Ortega, sobre todo a Juan José Campesino, dado que -apuntó- el trabajo realizado para que los sorianos vivan «en una ciudad segura y tranquila», razón por la que ponderó las sumas, hablando de la «colaboración no sólo entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y con la Policía Local, también con los jueces y fiscales y también con instituciones penitenciarias, para cerrar el círculo de la seguridad».
El nuevo comisario jefe de Soria nació en la localidad marroquí de Dar Drius hace 60 años, es padre de dos hijos y tuvo su último destino, antes de su llegada a Soria, en la Comisaría Provincial de Burgos donde era jefe provincial operativo. Ingresó en la Academia General Militar en 1980. Una vez ascendido a inspector, fue destinado a Bilbao, pasó por Valladolid, Galicia y por Madrid, donde fue jefe de servicio de Coordinación Operativa en la Jefatura de Unidades de Intervención Policial, con las que recorrió toda España, y, tras su ascenso a comisario, recaló en Burgos. Posee además, numerosas distinciones, reconocimientos y felicitaciones públicas.