Heraldo-Diario de Soria

MEDIO AMBIENTE

«Nos incautamos de rifles con un boli y una libreta»

La asociación de agentes medioambientales Apam reclama más seguridad y más medios

Agentes medioambientales de la Junta en una imagen de archivo.-VALENTÍN GUISANDE

Agentes medioambientales de la Junta en una imagen de archivo.-VALENTÍN GUISANDE

Publicado por
Antonio Carrillo
Soria

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«Vamos armados con un boli y una libreta. Nos hemos incautado de rifles con un boli y una libreta». El presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León (Apamcyl), Esaú Escolar, resume en una frase la situación en la que se encuentra un colectivo que demanda más medios, más seguridad y más organización. El objetivo es seguir plantando cara al fuego, al furtivismo o a los vertidos mejorando unas condiciones que en la actualidad y a su juicio dejan mucho margen de mejora.

La posibilidad de llevar elementos de defensa, incluso armas cortas, está sobre la mesa y más aún tras el trágico suceso ocurrido en enero en Cataluña, cuando un cazador furtivo tiroteó hasta la muerte a dos agentes. «A través del Ministerio del interior el objetivo fue desarmar a todos, empezando por Murcia» y terminando por «Burgos, Valladolid, Salamanca y León en 2013».

Por esta medida «nos han quitado las armas cortas y tu adversario sabe que estás desarmado. Desde enero estamos aguantando bromitas. Nos han llegado a decir ‘si te apunto, tienes que salir corriendo ¿no?’. No podemos llevar ni porra extensible ni un triste spray. Estoy empezando a llevar mi cámara. Si pasa algo, por lo menos que quede grabado», señala Escolar.

La petición de Apamcyl no es, ni de lejos, que todos los agentes porten armas. «Es cierto que habría que sentarse a hablar sobre quiénes, cómo y en qué condiciones». Por ejemplo, en Burgos hubo un instructor de tiro con el que se realizaban prácticas y se controlaba la idoneidad para portar pistola. «En septiembre habrá una reunión de un grupo de expertos para evaluar los medios de defensa», avanzó.

No obstante Escolar defiende a los cazadores legales. «La gente que practica la caza mayor en un horario normal es educada, amabilísima. Si hay problemas se defiende en el juzgado. El problema es con otro tipo de gente» y especialmente «cuando el furtivismo se convierte en un negocio». «No es un discurso belicista. La pistola no va a solucionar nada, pero va a prevenir mucho», sentencia.

Pero las reivindicaciones del colectivo en cuanto a medios no se limitan sólo a armas y material de defensa. En el caso de los incendios, el primer aviso se pasa al agente medioambiental de la zona que es el primero en personarse, evaluar la magnitud, los combustibles, las afecciones a bienes materiales y personas y qué medios hay que solicitar, pasando a ser jefe de extinción salvo que la magnitud aconseje enviar a un ingeniero.

«Somos la primera fuerza actuante» pero por ejemplo «tenemos que llegar a la zona en un vehículo sin señales luminosas ni sonoras. Hay un agente de Salamanca al que le han puesto 500 euros de multa y seis puntos de carné por ir a apagar un incendio». Recientemente en Burgos, un agente resultó accidentado por que en medio del humo, al carecer de señales acústicas y luminosas, otro vehículo le golpeó por detrás.

Asimismo Escolar incide en dos medidas que podrían ayudar a la lucha contra el fuego. La primera sería una frecuencia de comunicación para los intervinientes de todas las administraciones. «No hay un canal común para los bomberos de la Junta, los del Ayuntamiento de Soria y los de la Diputación. Cuando se desmanda un incendio con una velocidad de propagación cañera es un caos total».

Además, desde Apamcyl se considera que la inversión de las Unidades Militares de Emergencia (UME) se puede distribuir de mejor forma. Hay que tener los mejores medios en el menor tiempo posible. Hay que dejarse de la movilización de un batallón que llega a Soria desde Zaragoza y tarda dos horas o dos y media. Necesito los 10 camiones por puntos de Castilla y León donde hay más incendios para que el tiempo de respuesta sea de 20 minutos. La inversión brutal que supone la UME debería verse en Pinares, por ejemplo».

Asimismo Apamcyl reclama una reorganización de las comarcas –aunque Escolar reconoce que en Soria hay desacuerdo– y que se cubran las plazas al ritmo al que quedan vacantes. «La posibilidad de una actuación antifurtivismo durante el verano es fruto de la casualidad o del buen feeling de los agentes de esa comarca, de la vocación». Las vacaciones, las jubilaciones y el trabajo administrativo hacen que falte gente. Actualmente hay 852 agentes en la Comunidad, un centenar en Soria.

Escolar apunta que para 2019 ya se habrán producido 150 jubilaciones y la previsión es que en 2017 y 2018 se convoquen 50 plazas por año. «Estaríamos en -50. « partir de octubre, que ya empieza la caza mayor, la plantilla está al completo. Pero como hay muy poca optimización de las comarcas –en Castilla y León hay 95, en Soria 12 ó 15– y hay dos o tres de descanso, dos o tres de mañana y dos o tres de tarde, el servicio se destina casi exclusivamente a la gestión.

Por ello su apuesta es «reducir el número de comarcas. Soria debería tener cinco o seis de 18 agentes», lo que permitiría «servicios de vigilancia más seguros, levantamientos por vertidos en mejores condiciones...». No obstante en Soria hay agentes que opinan que «perderíamos capacidad operativa» al estar en áreas más grandes.

También apuesta por «establecer equipos estratégicos». Por ejemplo en Soria «el equipo de trabajos en altura son unos profesionales como la copa de un pino» por formación y capacidad. Por ello, Escolar señala que debería organizarse un nuevo mapa que permita que este tipo de especialidades quede cubierta en toda la Comunidad.

El decreto sobre micología es una de las grandes novedades medioambientales para este año, con especial incidencia en la provincia de Soria, donde se suelen vender más de la mitad de las licencias de toda Castilla y León. Sin embargo, desde la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León (Apamcyl) se advierte que dista mucho de ser la panacea. Su presidente, Esaú Escolar, advierte que a pesar de los cambios «va a haber muchos problemas».

Una de las principales críticas es que la Guardia Civil se hace cargo de los detenidos, pero los agentes medioambientales deben incautarse de las setas, las herramientas y ahora los vehículos. «Nos dicen que todo lo demás» –aparte de las personas «lo tenemos que decomisar nosotros y llevárnoslo a la casa forestal. A quién se le ocurre que un agente forestal de Covaleda o de Navaleno se lleve tres furgonetas. Se las incendian por la noche y ‘oiga, tiene que pagármelas’».

Escolar apunta que «los marrones son nuestros. ‘Las setas os las lleváis al Cesefor, las herramientas os las lleváis, los coches os los lleváis...’». Pero no hay medios suficientes y efectivos para custodiar.

Además, al igual que en el caso de la caza, los agentes medioambientales en ocasiones se sienten indefensos. «Vas a los campamentos ilegales en Pinares y cuando llega la Guardia Civil flipa. Hay 20 ó 30 hombres con cuchillos, con machetes, y nosotros con las manos en los bolsillos».

De hecho Apamcyl incide en la necesidad de ofrecer formación continua a sus socios y por ejemplo se han impartido iniciativas sobre psicología con un inspector de la Policía Nacional como profesor «para saber cómo va a reaccionar» un infractor y poder prever o mitigar los riesgos.

El año pasado, «cuando hubo sequía en Soria hubo un rebrote de los boletus en Sanabria (Zamora) y las cuadrillas se trasladaron allí. Llamaron a dos compañeros porque habían acampado 20 ó 30 personas y ya les dijimos que ‘si no vais con la Guardia Civil no os mováis del sitio’. ¡Que van dos personas a incautarse de las setas de 20 ó 30 tíos con cuchillos!».

Y es que «ha habido un cambio generacional. Hay una generación de guardas al uso que tenía un furtivillo al que conocía y era la guerra guarda-furtivo furtivo-guarda. Pero ha habido un cambio sociocultural brutal», concluye Escolar.

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