SANIDAD
Una de cada seis parejas recurren a la reproducción asistida en Soria
El caso tipo es el de una mujer de 40 años que busca su primer bebé
Cada año recurren a la inseminación artificial unas 30 mujeres en la provincia de Soria buscando un embarazo que no llega, bien por la edad o bien por problemas de infertilidad. El caso tipo es el de una pareja en torno a los 40 años que se plantea tener un hijo, generalmente el primero, pero ya es tarde para la reserva ovárica de la fémina. «Una mujer de 45 puede estar fenomenal, no es como hace años, pero los ovarios sí son iguales a los de las mujeres de antes», explica el jefe del servicio de ginecología del Complejo Hospitalario de Soria y corresponsable de la consulta de esterilidad del hospital, que ejercerá de coordinador en las jornadas de reproducción humana denominado XVII Foro Norte, que esta tarde comienzan en Soria. Reunirán por primera vez en la provincia a unos 80 profesionales que tratarán sobre los principales avances en este tipo de técnicas, convocados por la compañía de ciencia y tecnología Merck.
Peñuelas destaca que aproximadamente una de cada seis parejas sorianas sufre problemas de fertilidad, un porcentaje en la media castellano y leonesa y nacional. Incluso los resultados están equiparados con un 15% de positivos en la inseminación artificial, que se elevan al 36% en el caso de la reproducción in vitro y hasta del 56% cuando se trata de ovodonaciones, el sistema más efectivo hoy por hoy. El doctor señala que este último método es cada vez más abundante porque los resultados son mucho mejores, utilizando los óvulos donados por mujeres de menos de 30 años, con una mayor garantía de éxito. «En España estamos mucho más adelantados en ese sentido, somos los primeros, y son muchas las parejas que acuden aquí de todo el mundo para llevarlo a cabo». En el caso de las inseminaciones, Peñuelas indica que se pueden realizar al año más de 80 ciclos, teniendo en cuenta que el máximo son cuatro estimulaciones por cada pareja. «Esta cifra para Soria está muy bien», puntualiza para exponer el grado de demanda que existe de estos métodos en una provincia con uno de los índices más bajos de natalidad del mundo.
El resto de tratamientos, como el in vitro, no se realiza en Soria, las parejas son derivadas al Hospital Clínico de Valladolid. Si a la cuarta estimulación no ha habido un resultado positivo, la recomendación es que se pase al sistema in vitro, que consiste en fecundar el embrión fuera del útero para introducirlo posteriormente en la mujer tratando de que culmine felizmente la gestación.
El jefe de ginecología asegura que la tendencia actualmente es a realizar una única transferencia de embrión, cuando años antes lo más frecuente eran dos o incluso tres, lo que podía derivar en embarazos múltiples, de mayores riesgos para la embarazada y el feto.
Una de las técnicas más habituales dentro de la reproducción asistida es la inyección intracitoplasmática, incluida en el tratamiento de fecundación in vitro, que permite tener hijos a parejas que no podrían lograrlo por vía natural. Por tanto, «se fuerza el sistema, lo que podría incrementar los riesgos del embarazo y del parto», reconoce el doctor Peñuelas. Sin embargo, «en la mayoría de los casos el embarazo transcurre igual que si se hubiera conseguido de forma natural. Los riesgos obstétricos sólo aumentan en un pequeño porcentaje de los casos, y gracias a que conocemos estos riesgos, no suponen una amenaza importante».
Peñuelas señala igualmente que los embriones desarrollados en laboratorio se comportan de forma diferente que si se hubieran desarrollado en su medio natural, «el mismo embrión produciría seres distintos en distintas madres».