Soria se reserva el 54% de los permisos ‘seteros’ de la Comunidad

La expedición de permisos micológicos se ha disparado en la primera quincena de la campaña otoñal en Castilla y León, al registrarse 5.600, un 50% más que hace un año, en el que la producción fue casi residual por la falta de lluvia, y dentro de la tónica que se registró en 2015, un año excepcional, según avanzaron fuentes del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria (Cesefor). Soria tiene reservado un cupo del 54% de los permisos previstos en las zonas reguladas de la Comunidad, una cantidad nada desdeñable si se tiene en cuenta que son nueve provincias.

El centro, que gestiona el proyecto Micocyl en Castilla y León, ha establecido un tope máximo de expedición de permisos en cada unidad de gestión, que está condicionado a la cantidad de hongos para garantizar la sostenibilidad del mismo. En concreto, los ayuntamientos y entidades colaboradoras podrán expedir 245.790 permisos para una producción media anual sostenible que se cifra en más de 4,7 millones de kilos.

En el caso de Soria se han reservado 132.683 permisos, bastante más que habitantes censados. El porcentaje, algo superior a la mitad de todos los de Castilla y León, va en paralelo al de la producción sostenible estimada. Si el equilibrio entre lo que se coge y lo que se podría coger estuviese ajustado, saldrían de los montes sorianos 2.551.251 kilos de setas. Otras cosa es que el tiempo acompañe.

Este otoño, la superficie forestal micológica regulada se mantendrá, en un principio, con 443.000 hectáreas de monte público. Curiosamente si bien en producción y en permisos reservados Soria supone más de la mitad, en este caso se queda en un tercio. No obstante, podría ampliarse en los próximos meses al haber abiertos expedientes de adjudicación de mayor cantidad de hectáreas de monte que podrían sumarse a las unidades de gestión actuales.

Además, siempre y cuando la campaña micológica sea aceptable, para lo cual es necesario que haya precipitaciones y que no se produzcan heladas intensas, Cesefor prevé la organización de cuatro Mercasetas, la feria para vender y comprar productos micológicos con el sello de garantía de Castilla y León. En su caso se celebrarán en Zamora, Ávila, Soria y Bilbao, manteniendo un proyecto que ya dio sus primeros pasos en la provincia en años anteriores pero que está supeditado a la generosidad de los montes productores.

Desde el Cesefor, destacan la consolidación del proyecto que ya no sólo atrae a recolectores al uso, sino a «micoturistas que acompañan la actividad recolectora con una experiencia turística, cultura y gastronómica». De hecho, cerca de 250.000 turistas llegaron a Castilla y León con la excusa del micoturismo, con un impacto económico de 32 millones de euros. También en este caso, la provincia de Soria se vuelve a situar a la cabeza y de hecho en determinadas zonas de la provincia los hosteleros de turismo rural consideran que el otoño es su temporada alta, informa Ical.

Para los gestores del Micocyl, el modelo es «eficaz» y así lo atestiguan las cifras que no han parado de crecer desde la puesta en marcha del proyecto, que se implantó en un principio en Soria en 2002. «El proyecto ha conseguido situar a Castilla y León y a Soria, en particular, en referente nacional internacional en la gestión del recurso micológico. La Comunidad es en la actualidad la segunda experiencia de regulación más importante del mundo tras Italia», subrayaron.

A pesar de las numerosas críticas que ha tenido el proyecto, que incluso provocó salirse de la Unidad de Gestión Montes de Soria a una de las localidades con más tradición setera de Soria como es Covaleda, según Cesefor no hay ninguna solicitud para abandonar el proyecto Micocyl, e incluso alguna UGAM ha solicitado de forma expresa que sea Cesefor quien le tramite la adaptación para convertirse en Parque Micológico. Para ello el esperado Decreto Micológico tiene que pasar por las Cortes de Castilla y León y recibir el visto bueno de los parlamentarios.