La corrección de las alturas condiciona la calle Hospicio
Los promotores del cambio del PGOU en la zona deben adaptar el documento
Solares en la calle Hospicio, con el antiguo convento de La Merced al fondo-Luis Ángel Tejedor
El desarrollo de los solares de la calle Hospicio y la ordenación de su entorno parecía encarrilado hasta que la Junta objetó que las alturas previstas en la unidad de normalización donde se produjeron los derribos de 2016 eran excesivas. El reparo es vinculante, confirmó el concejal de Urbanismo, Javier Muñoz sobre su alcance, y por ahora no se atisba cómo puede quedar la modificación puntual del PGOU que rediseñó la zona. El origen de la alegación del Servicio Territorial de Cultura se encuentra en el cercano convento de La Merced, monumento con elementos protegidos sobre el que los volúmenes autorizados podrían causar un desequilibrio visual. La solución no se encuentra en manos del Ayuntamiento, sino de los promotores del cambio del PGOU, aprobado inicialmente en el pleno de abril del año pasado.
Es necesario subsanar el documento que los propietarios de nueve parcelas presentaron en su momento y al que el Consistorio dio el visto bueno en el paso previo a la aprobación provisional. Sin embargo, la Consejería de Fomento consideró necesario que se atendiera la consideración del Servicio Territorial. Al menos lo estimó así al descartar la necesidad de una evaluación ambiental estratégica ordinaria. Y aprobar un informe ambiental que daba por buena la reducción de alturas en Hospicio a un máximo de cuatro (planta baja más tres). El documento al que el pleno dio su conformidad estimaba en Hospicio hasta cinco y seis alturas, con la idea de suavizar con un escalonamiento los volúmenes próximos, que van de siete a once alturas. La corrección al máximo de cuatro, expresada el pasado julio, es obligatoria, según confirmó el concejal de Urbanismo. Por ahora, no consta en el Ayuntamiento que los promotores hayan presentado un ajuste de la modificación del PGOU que resuelva el problema.
El de las excesivas plantas que colisionan con el antiguo convento de La Merced es el obstáculo más serio para el desarrollo de la zona, al menos hasta que quede subsanado. El cambio del PGOU no produce, según la Junta, probables efectos ambientales siempre que se atienda a la corrección.
Una segunda consideración del Servicio Territorial de Cultura no parece tener demasiada complicación. Se trata de que antes de que se apruebe la ordenación detallada en el entorno de la calle San Martín y se ejecuten las obras es preciso contar con estudios arqueológicos. Los yacimientos del Mirón y la zona de Santísima Trinidad se encuentran cerca.
Otras administraciones expusieron también sus informes sobre la nueva ordenación, pero de ellos no se desprendieron reparos que necesitaran retocar el documento.
En este sentido, quizá el recordatorio de más trascendencia fue el de la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León, que indicó la considerable afección a la travesía de la Carretera Nacional. Por ello la Demarcación expuso que era «imprescindible» articular un acuerdo entre el Consistorio y el Ministerio de Fomento para aclarar los aspectos de titularidad y conservación en el tramo afectado de la vía. También en Santa Apolonia y sus cercanías resurge la cuestión de las travesías.