Heraldo-Diario de Soria

SANIDAD

Cerca de 4.000 personas en Soria cambiaron de médico en 2017

La mayoría lo hicieron al mudarse de domicilio pero hasta 980 solicitaron ser asignados a otro facultativo, unos 600 de ellos al cumplir los 14 años y dejar la consulta del pediatra

Consulta en el medio rural-Luis Ángel Tejedor

Consulta en el medio rural-Luis Ángel Tejedor

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MILAGROS HERVADA
Soria

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El cambio de médico es un derecho de todos los usuarios del sistema público de salud que únicamente queda condicionado al tope de cupos que puedan alcanzar los facultativos. El año pasado en Soria fueron 3.884 las personas que ejercieron este derecho y eligieron otro médico distinto. En su mayoría se justificó por un traslado de domicilio, lo que ocurrió en 2.440, mientras que solicitaron la libre elección un total de 981.

No obstante, el director médico de la Gerencia de Asistencia Sanitaria, Javier Iglesias, matiza el dato al indicar que en este grupo se incluye a los menores que al cumplir los 14 años pasan de la consulta del pediatra a la del médico de familia. «Cambian la edad pediátrica y por lo tanto de médico; si tenemos en cuenta que hace unos años nacían en torno a 600 niños en la provincia, el resultado es que unas 300 personas decidieron dejar a su médico para pasarse a otro», explica el responsable sanitario.

En cuanto a las razones, «muchas veces por amistad, porque conocen a un determinado médico y quieren que sea quien les atienda; a veces porque no están satisfechos si no les dan las recetas que ellos quieren o porque no les remite al especialista, situaciones de ese tipo», resume. Además, 222 personas pasaron a la consulta de otro facultativo por reordenación de cupos, algo que decide la Gerencia de Asistencia Sanitaria para equilibrar la carga asistencial de cada profesional, y 241 lo hicieron por otros motivos diversos.

Este derecho tiene una serie de límites derivados de la calidad asistencial, de continuidad de cuidados, de la disponibilidad de los profesionales o del mantenimiento de una adecuada relación médico-paciente, informa la Consejería de Sanidad.

«No hacemos seguimiento de estas situaciones porque los ciudadanos tienen derecho a cambiar de médico de cabecera y salvo que el cupo esté cerrado, que ocurre en el caso de algunos en la zona urbana, algo que se decide en función del número de pacientes y la edad de estos, el resto puede hacerlo sin mayor incidencia», apunta Iglesias. «Cuando se produce una jubilación, hay quien prefiere no esperar al nuevo y se cambia, es el miedo a lo desconocido, pero es un derecho y existe esa posibilidad», añade al respecto.

En otros casos quienes marcan la diferencia son las enfermeras. «Quieren a una determinada enfermera y como van asignadas a los médicos, tienen que cambiar para poder ser atendidas por las que ellos quieren», indica Iglesias.

Las únicas situaciones en las que desde la Gerencia se pregunta a los pacientes por las razones del cambio se producen cuando la nueva elección supone también un traslado a otra zona básica de salud. Entonces es el facultativo receptor quien tiene que dar el visto bueno, principalmente porque también condiciona los desplazamientos si tiene que acudir al domicilio del paciente por una determinada necesidad.

El director médico considera que las aproximadamente 300 personas que cambian de médico por libre elección no es una cifra elevada entre las cerca de 89.000 tarjetas sanitarias que se contabilizan en la provincia.

Además, en el entorno rural este tipo de situaciones son muy escasas, sobre todo por los condicionantes igualmente de la asistencia domiciliaria, algo bastante frecuente si se tiene en cuenta la media de edad elevada de los pacientes residentes en los pueblos.

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