Los ‘minijobs’ suponen ya uno de cada tres contratos

Comenzó a hablarse de los contratos a tiempo parcial o por horas en plena crisis económica, entre 2010 y 2011, como una vía para huir de unas tasas de paro más que abrumadoras. Un ancla en el mercado laboral para los jóvenes, principalmente, porque en la mayoría de los casos ellos no deben soportar cargas familiares. Con esa concepción se empezó a hablar en España de los ‘minijobs’, los mini empleos traducido al castellano. Trabajos que eran a tiempo parcial, en definitiva, y que permitían trabajar menos horas y cobrar también la nómina en proporción a los mismos. La propuesta fue una copia de la alemana, que ya en 2003 implantó este sistema, con una retribución media de 400 euros netos al mes. Durante estos años numerosas voces sindicales se han levantado en contra de los ‘minijobs’, pero lo cierto es que a día de hoy tienen una presencia importante en el mercado laboral.

En Soria más del 30% de las nuevas contrataciones son a tiempo parcial, un porcentaje que se ha duplicado con respecto al total de contratos desde esas primeras voces en pro de los ‘minijobs’ a raíz de la crisis, ya que se han ido incrementando paulatinamente en los últimos diez años. El número absoluto fluctúa mes a mes, a la vez que lo hacen las contrataciones, pero en la provincia el año pasado ya representaron uno de cada tres contratos. Se han convertido en una característica del mercado laboral nacional y también soriano, de la mano de la temporalidad.

Los ‘minijobs’ suponen contratar a una persona por menos horas de las estipuladas en la jornada completa. Si bien es difícil calcular cuáles son por la mitad de la jornada o por más o menos horas, hay una seña de identidad en el trabajo a tiempo parcial. Es sobre todo un trabajo femenino y mayoritariamente temporal.

La proporción suele ser 2 a 1 entre los contratos de estas características ofrecidos a mujeres y a hombres. En ocasiones es una demanda del a propia trabajadora para poder hacer realidad la conciliación familiar y laboral. Pero otras muchas, es una exigencia del empleador de cara a cuadrar horarios y agendas con el resto de la plantilla. En cuanto al tipo de contratos, los indefinidos apenas suponen el 6% de los contratos a tiempo parcial, dejando el resto a la temporalidad, entre los que se incluyen los contratos de obra y servicio o sustituciones.

Así, según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) un total de 12.066 de los 36.488 firmados durante el año pasado fueron a tiempo parcial, de los que a su vez 749 fueron indefinidos y 11.317 temporales, lo que implica que los indefinidos representaron un 6,20%, pero si se compara con la totalidad de los contratos indefinidos firmados en 2017, 3.234 sumando también los de jornada completa, representan un porcentaje de más del 23%, es decir, uno de cada cuatro contratos indefinidos es parcial. Pero antes de la crisis solo era uno de cada diez. Y las mujeres están al frente de estos contratos. El año pasado fueron 7.765 los firmados por féminas y 4.301 por hombres. En 2008, de los 5.544 un total de 3.827 se dirigieron a mujeres, más del doble de los que fueron firmados por hombres, 1.717.

Los sindicatos llevan años criticando este sistema de empleo porque «está destruyendo el mercado laboral», ya que genera «trabajadores pobres, con futuro complicado al no poder llegar a fin de mes».

Los menores de 30 años

Además, los menores de 30 años coparon cuatro de cada diez contratos, lo que contribuye a aumentar la inestabilidad laboral de los jóvenes. Así, 2.303 contratos fueron firmados por jóvenes entre 20 y 24 años, 1.944 por trabajadores de entre 25 y 29 años, y 686, de entre 16 y 19 años. A partir de los 30 años el número de contratos va descendiendo, con 1.308 firmados por gente de entre 30 y 34 años, 1.419 dirigidos a empleados de 35 y 39 años, y 1.416 en la franja de edad de entre los 40 y los 44 años. Pero también se ha constatado que mientras que hasta los 30 años los contratos parciales entre hombres y mujeres son similares, aunque por encima están los de las féminas, entre los 30 y los 45 años prácticamente los ‘minijobs’ firmados el año pasado por mujeres fueron el doble que los firmados por hombres, con 2.806 frente a 1.347 de un total de 4.153 en este tramo de edad, lo que puede derivarse que son las mujeres las que optan por estos empleos en un intento de conciliación familiar y laboral.

menos de un mes

Además, casi la mitad de los 11.317 ‘minijobs’ temporales que se firmaron el año pasado fueron de menos de un mes, 5.488, otros 1.137 tuvieron una duración de entre uno y tres meses, 679 fueron para un periodo de entre seis y doce meses y 100 de más de doce meses. Hay que señalar otros 2.468 contratos con «duración indeterminada», es decir, con fecha de inicio pero no de fin, por lo que se desconoce la duración.

Lo cierto es que en los últimos diez años la cifra de ‘minijobs’ se ha duplicado, pasando de los 5.544 registrados en 2008 a los 12.066 del año pasado. Y entonces los contratos por horas suponían el 18,82% del total, mientras que en 2017 ya eran el 33,07%. Es más, desde el año 2013 el porcentaje de contratos parciales supera el 30% de la totalidad.

indefinidos y parciales

Al principio de la crisis los contratos eran en su mayoría temporales pero según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) los contratos por horas han traspasado esa frontera y uno de cada cuatro indefinidos es un ‘minijob’, lo que implica que se estanca a lo largo del tiempo. En 2007 los contratos a tiempo parcial que a su vez eran indefinidos apenas suponían el 10%, y ahora se ha duplicado, el 23%.

No obstante, la cifra se ha ‘suavizado’ con respecto a los datos de 2015, cuando se alcanzaron cifras récord. El 27,4% de los contratos indefinidos fueron a tiempo parcial, y también fueron por horas el 3410% de los temporales. De los 2.362 indefinidos se registraron 648 ‘minijobs’, mientras que de los 29.332 temporales, 10.005 fueron por horas.