AGRARIA
El 75% de los daños son por la sequía y un 10% por inundaciones
El balance final de Agroseguro deja a la comarca de Gómara como la más afectada
La sequía del año pasado sigue arrastrando al campo soriano, ya que hasta la fecha tres de cada cuatro hectáreas siniestradas han sido por no nascencia y no implantación, con 1.704 de las 2.255 hectáreas afectadas en la provincia en la línea 309 de herbáceos, que incluye cereales, oleaginosas y leguminosas, según los datos facilitados por Agroseguro hasta ayer. «La colza es el cultivo más tocado, ya que está siniestrado el 90% de toda la superficie que se sembró, 2.058 hectáreas», asegura el director de la zona norte de Agroseguro (en la que se incluye Soria), Francisco Javier Zarcero. Y es que se sembró a partir del mes de septiembre, pero no fue hasta diciembre cuando empezaron a registrarse las precipitaciones, de modo que el cultivo terminó secándose. Pero a día de hoy Agroseguro ya ha abonado las indemnizaciones por no implantación de la colza, un montante que asciende a 141.340 euros.
Así, se han declarado siniestros por no implantación en 1.437 hectáreas y 785 hectáreas, la mayoría de colza, en todas las comarcas, si bien Campo de Gómara acapara el 68% de toda la superficie afectada, con 988 hectáreas y 468 parcelas. En segundo lugar, Soria, con 158 hectáreas y 137 parcelas; y Almazán, con 143 hectáreas y 102 parcelas. A continuación, Arcos de Jalón, con 93 hectáreas y 47 parcelas; El Burgo de Osma, con 30 hectáreas y 13 parcelas; Tierras Altas, con 21 hectáreas y 17 parcelas; y Pinares, con 4,63 hectáreas de una parcela.
A día de hoy se han registrado 340 litros por metro cuadrado desde el 1 de diciembre, tal y como refleja el análisis estacional de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), pero lo cierto es que desde septiembre hasta diciembre apenas cayeron 35 litros por metro cuadrado, con lo que la falta de agua también ha dejado ya partes por no nascencia: 267 hectáreas y 140 parcelas. De las cuatro comarcas donde se han comunicado siniestros, casi la mitad han sido en Arcos de Jalón, con 110 hectáreas y 46 parcelas. Le sigue Soria y Campo de Gómara, con 66,37 y 65,74 hectáreas, respectivamente. Por último Almazán, con 24,85 hectáreas y cinco hectáreas.
Los daños provocados en los cultivos por fauna cinegética se han registrado en 337 hectáreas y 262 parcelas, una cifra que se ha duplicado en apenas quince días, cuando los agricultores declararon siniestros en 173 hectáreas y 120 parcelas. La tercera parte de los daños se los ha llevado la comarca de Tierras Altas y El Valle, con 120 hectáreas y 76 parcelas. A continuación, Soria, con 91 hectáreas y 97 parcelas. Después, El Burgo de Osma, con 73 hectáreas y 61 parcelas. Campo de Gómara, en cuarto lugar, con 35 hectáreas y 20 parcelas. Y Arcos de Jalón y Almazán, con 13 y cinco hectáreas afectadas respectivamente.
Pero los casi 70 litros por metro cuadrado acumulados en la provincia de media en menos de quince días también han pasado factura al campo, con 213 hectáreas perdidas por inundación, la mitad en la comarca de Arcos de Jalón, con 105 hectáreas. Soria registró partes en 57 hectáreas arrasadas por el agua, mientras que en El Burgo de Osma fueron 41 hectáreas. Hasta entonces Agroseguro había recibido siniestros en 70 hectáreas, de modo que se han triplicado las cifras por las precipitaciones de esos días.
Aunque hay daños en todas las comarcas, Campo de Gómara ha sido la más perjudicada hasta el momento, con 1.098 hectáreas, la mitad de la superficie siniestrada. Le sigue Soria, con 373,54 hectáreas, y Arcos de Jalón, con 320,37 hectáreas. Después, Almazán, con 173 hectáreas, El Burgo de Osma, con 144 hectáreas, y Tierras Altas, con 141 hectáreas.
Los peritos de Agroseguro se encuentran todavía tasando las fincas siniestradas por inundación, y la entidad ya ha pagado a los agricultores las indemnizaciones por la no implantación de la colza, más de 141.300 euros, así como los daños por fauna cinegética, asegura Zarcero.
Hasta la fecha en toda la provincia hay aseguradas 240.100 hectáreas de herbáceos extensivos en la provincia por valor de 120 millones de euros para una producción de 653 millones de kilos, pero todavía está abierta la contratación.
EL CAMPO, «estupendo»
El sector del agro considera que las abundantes precipitaciones desde principios de diciembre casi de forma ininterrumpida han dejado un campo «estupendo, con buena planta y buena perspectiva», según el técnico de la organización agraria UPA Soria, Pablo Ayllón.
Para José Ignacio Marcos, técnico de Asaja Soria, los cultivos en general están bien de agua, ya que sólo en marzo han caído más de cien litros por metro cuadrado y otros 75 en abril, pero insiste en que con la lluvia acumulada no se garantiza una buena cosecha, ya que serán cruciales las precipitaciones sobre todo en la segunda quincena de mayo. Y es que el enraizamiento se ha hecho de forma muy superficial, de modo que cuando necesite tirar de las reservas no podrá de las misma forma, y requerirá agua en la capa superficial.
Cree que los cultivos están reaccionando bien, aunque algunas parcelas estén pasadas por agua y todavía les falta por echar los nitratos, como tampoco se han podido realizar tratamientos herbicidas al no poder entrar las máquinas. En positivo también es que no han aparecido hongos, de modo que el campo está sano. Pero también es verdad que sí se les espera, «sobre todo si siguen las temperaturas en aumento, porque hay mucha humedad, los dos condicionantes propicios para los hongos», explica Ayllón.
Pero las lluvias también han provocado un retraso en los cultivos, que Marcos calcula entre 20 y 30 días. «Como dicen los expertos, si la temporada va bien se empezará a cosechar a partir del 20 de julio; si no, mala señal». Por su parte, el técnico de UPA Soria cree aunque hay demasiada agua si llegan calores en una semana o diez días.