CAMPO
Las lluvias y la falta de calor retrasan el cereal 20 días
Preocupa la siembra del girasol, ya que las máquinas no pueden entrar
Las lluvias no cesan y las previsiones meteorológicas para los próximos días no dejan mejores perspectivas en cuanto a pluviometría, al menos durante los próximos quince días, para el campo, que ahora tiene reservas de agua más que suficientes; de hecho, en algunas zonas la tierra está saturada, tal y como constatan las organizaciones agrarias. Y es que en la última semana se han registrado 98,4 litros por metro cuadrado en la provincia, la máxima de toda la península, que dejan un acumulado en lo que va del año de más de 400 litros por metro cuadrado. Con tanta agua y las temperaturas suaves, que no superan los veinte grados, los cultivos llevan un retraso de más de veinte días con respecto a un año medio. Pero no van mal, aseguran los profesionales, salvo para el caso del girasol, cuya siembra está paralizada porque las máquinas no pueden entrar en la tierra. De hecho, queda la mayor parte de la superficie prevista de girasol en la Política Agraria Común (PAC) para esta temporada, si bien las organizaciones piden al sector paciencia, ya que en la provincia se podría sembrar este cultivo hasta finales de este mes de junio.
Lo cierto es que hace un año la situación del campo era todo lo contrario: la sequía que arrastraba de todo el invierno hacía presagiar una cosecha más que catastrófica que luego quedó confirmada con los datos de producción de casi un 40% menos de un año medio. Ahora preocupa más el girasol, porque los agricultores no pueden entrar a sembrar la superficie que han previsto en su declaración de la PAC, más que el cereal de secano, que aunque va con retraso, «no va mal del todo». El técnico de Asaja Soria en Almazán, José Ignacio Marcos, sí reconoce que «hay muchas fincas pasadas por agua, pero por el momento no se han registrado daños de gravedad».
En relación con las tormentas, señaló que «hay unas zonas pequeñas en Almazán, Barahona o Villasayas afectadas por las fuertes precipitaciones del viernes que ya están dando partes al seguro. El resto lleva un retraso de entre quince y veinte días con respecto a un año medio, no sólo por los más de 400 litros por metro cuadrado que han caído en la provincia desde enero, sino por las suaves temperaturas que no permiten a la planta que siga su ciclo. «Parece mentira que lo digamos pero ahora queremos que deje de llover y que suban las temperaturas para que se llene la espiga de grano», añade el técnico de Asaja Soria en Almazán. En esto mismo coincide Pablo Ayllón, técnico de UPASoria, quien señala que la espiga ya tendría que estar granando. No obstante, cree que el sector está tranquilo porque no parece que vaya a haber problema en cuanto a la producción, si bien también lo condiciona a que deje de llover y a que suban las temperaturas.
A este respecto, el problema puede venir cuando empiece a hacer calor, ya que con tanta humedad hacen su aparición los hongos y los insectos. De hecho, las organizaciones aseguran que ya hay constancia de algo de roya y de septoria, que se identifica por los puntos negros que deja en la superficie de la hoja y que destruye el tejido verde, afectando la capacidad de producción de la planta, pudiendo llegar a disminuir la cosecha hasta un 50%.
En cuanto al girasol, ahora en plena campaña de siembra, José Ignacio Marcos llama a la paciencia porque en la provincia se puede sembrar hasta finales de este mes de junio, «sin problema». Lo que sí que recomienda es variedades de ciclo corto para que luego no se les retrase mucho la campaña. No obstante, si persisten las lluvias «habría que ver qué qué soluciones damos para las parcelas que se han incluido en la PAC como superficie de girasol, cuya tramitación concluyó el 31 de mayo. No habría problema con los seguros agrarios porque hay un plazo de modificación de baja hasta el 15 de junio». A este respecto, asegura que ya se está en contacto con la Consejería de Agricultura y Ganadería: «La mejor solución es que pare de llover y deje sembrar».