Cuatro personas permanecen desaparecidas en la provincia
Una adolescente apareció el martes tras una semana sin dar señales de vida/ El último esclarecimiento es el de un hombre que viajó a Rusia sin dejar constancia
milagros hervada soria
Cada año se registran en la provincia de Soria unas 40 denuncias de desapariciones de menores de edad que se marchan del domicilio familiar o del centro correccional en el que se encuentran. Sin embargo, son apenas media docena de adolescentes los que protagonizan estas escapadas, que pueden durar unas semanas o apenas unos días, de viernes a domingo, y después regresan a su rutina. «Suelen ser reincidentes que desaparecen de vez en cuando, algunos con más frecuencia, pero o bien la familia o bien el centro en el que se encuentran presentan la denuncia, como tiene que ser», explican desde la Fiscalía de Menores, por lo que el caso se activa en el Juzgado y también entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Pero no todos los desaparecidos son adolescentes, también los mayores de edad desaparecen sin dejar huella y ante la alerta de familias y allegados se ponen en marcha los dispositivos correspondientes por Policía Nacional y Guardia Civil.
Actualmente son cuatro los casos de desaparecidos activos en la provincia, aunque la cifra se ha reducido recientemente porque uno de los últimos, denunciado el 15 de julio pasado, un menor, ya viejo conocido del Juzgado de Menores, apareció de forma voluntaria. Faltó varios días de su casa, algo que ya había hecho en alguna otra ocasión.
Su reincidencia lleva al Juzgado de Menores a considerar que no se trata de un asunto de alto riesgo, en el sentido de que no ha sido forzado a marcharse o ha habido violencia por parte de otra persona en su desaparición.
Como tantos otros chavales que se escapan de casa o del centro de menores en el que se encuentran, «se marchan cuando hay fiestas, pero cuando terminan vuelven a casa», apuntan desde la Fiscalía, es una tónica habitual en verano, aunque también se producen desapariciones puntuales en invierno.
En lo que va de año, la Fiscalía de Menores ha abierto 17 expedientes, protagonizados por media docena de adolescentes, generalmente las mismas personas que reinciden en su comportamiento. «Casi todas son fugas cortas, quizá dos noches», apunta en Fiscalía.
El ejemplo es una menor que apareció el pasado martes después de estar en paradero desconocido algo más de una semana. Su regreso fue por tanto voluntario, al igual que su desaparición. «Se solía marchar con una amiga, pero ahora esa amiga está en el centro de Zambrana, por otro asunto, si bien su actitud persiste», aclaran en Fiscalía. El Zambrana es un centro de menores ubicado en Valladolid, el reformatorio de referencia para la provincia de Soria, donde no existen instituciones de este tipo.
La adolescente es uno de los dos casos resueltos recientemente por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Según informan desde la Subdelegación del Gobierno citando fuentes del Cuerpo Nacional de Policía, la otra persona cuya desaparición fue denunciada es un adulto que viajó a Rusia y cuyo caso se aclaró al regresar del país asiático.
La Fiscalía recuerda uno de los asuntos más graves, el de una joven que ejercía la prostitución en Madrid, un caso de 2016, y cuya desaparición fue denunciada. «Son chicos que ya conocemos porque son problemáticos y han pasado por aquí por otros asuntos, pero no significa que sean de familias desestructuradas. Algunos son de centros de menores. A veces es porque no les dejan salir pero se van si son fiestas como las de San Juan o en otros pueblos. Además, ahora los chavales utilizan esos locales donde se reúnen los jóvenes y como duermen allí pueden estar más días sin volver a casa», apuntan desde la Fiscalía de menores.
«Las familias tratan de localizarles en el móvil y si no puede, se asuntan y presentan denuncia», añade en referencia a los casos más leves.
No existe un perfil ni un patrón de este tipo de desapariciones, pero son más chicas que chicos, que generalmente conviven en familia y de nacionalidad española.
En cuanto a los que todavía están activos, además del referente al menor desaparecido en julio, existen otros cuatro que aún figuran como no esclarecidos. Se trata de una persona mayor de edad que viajó a Brasil en 2010 y todavía no ha sido localizada, por lo que la denuncia se mantiene abierta, indican en la Subdelegación del Gobierno.
En la misma situación se encuentran tres menores de origen búlgaro, una desaparición denunciada en 2016 por el propio Juzgado ya que se había decretado la retirada de la patria potestad a los padres pero la orden no llegó a cumplirse porque, presuntamente, los progenitores se las llevaron para evitar tener que separarse de ellas.
Algunas de las desapariciones no tienen un final feliz como en el caso de los adolescentes que vuelven, en gran medida, de forma voluntaria. Sólo hay que recordar la denuncia presentada por los responsables de la residencia de Valdeavellano de Tera por la ausencia de un anciano de 70 años, en febrero pasado, cuyo cuerpo se halló dos meses después en un paraje de Molinos de Razón.
Los casos son calificados de alto riesgo cuando existen indicios de un posible secuestro, retención o extorsión, o bien concurrencia de datos que hagan presumir la existencia de riesgo para la integridad física del desaparecido. También si se determina que la ausencia de la persona está en contradicción total con su comportamiento habitual o existe ausencia de toda explicación posible de la desaparición. Si la persona desaparecida no ha llegado a su destino y no ha dejado ningún mensaje o si no lleva consigo efectos personales, documentación, etc, o bien ha abandonado su vehículo sin razón aparente.
El Ministerio del Interior creó a inicios del año 2017 el Centro Nacional de Desaparecidos, que ha venido desarrollando diferentes actividades y ha puesto en marcha varios proyectos, tanto a nivel nacional como internacional. Asimismo, con motivo del Día Nacional de las Personas Desaparecidas sin causa aparente, que se celebra el 9 de marzo, día designado por declaración unánime del Congreso de los Diputados en noviembre del año 2010, el Ministro del Interior presentaba el primer Informe estadístico sobre la situación de las personas desaparecidas en España, elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad, y con datos extraídos, principalmente, del Sistema de Personas Desaparecidas y Restos Humanos Sin Identificar (PDyRH), habilitado el año 2010.
En este informe, con datos recogidos por las fuerzas y cuerpos de seguridad a lo largo de los últimos años y hasta diciembre de 2017, figuran seis casos activos en la provincia, de los que tres son de menores, si bien el hecho de que estos procesos estén vivos y puedan resolverse pone en evidencia la variación de las cifras. De cualquier modo, todos los activos eran calificados de riesgo limitado por parte de Interior.
Cuando una persona es localizada o se conoce cuál es la situación en la que se encuentra por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, de manera inmediata y como consecuencia de estos hechos, se produce el cese de las denuncias existentes y activas en las diferentes bases de datos y sistemas que manejan los miembros policiales. Lo mismo ocurre, es decir, se provoca un cese cuando se consigue definitivamente realizar todas las operaciones y análisis concretos cuya finalidad es asociar unos restos humanos con la identidad de una persona desaparecida.