MICOLOGÍA
La lluvia devuelve el optimismo a los recolectores micológicos sorianos
Tras un primer brote que se circunscribió a las cotas más elevadas, las últimas precipitaciones y la previsión para esta semana hacen vaticinar un buen brote para la próxima semana
La previsión para la campaña micológica empezaba a a ser preocupante. Las lluvias de primavera habían evitado la carestía de agua, pero el monte estaba seco tras unos meses sin apenas agua. Las lluvias de los últimos días y la previsión de más precipitaciones para esta semana han hecho que los recolectores tengan nuevos motivos para sonreír, aunque el siempre prolífico puente del Pilar no lo haya sido tanto como en otras ocasiones.
A pesar de ello las zonas ricas en micoturismo han registrado ocupaciones prácticamente totales en los alojamientos rurales y hoteleros. Tras dos campañas prácticamente inexistentes en cuanto a volumen recolectado, ésta ha vuelto a recuperar el pulso para el sector tras algunas señales de mejora que la meteorología puede relanzar.
La provincia de Soria registró un primer brote a finales de septiembre, aunque fue escaso tanto en ejemplares como en extensión. Los hongos y níscalos se circunscribieron principalmente a las cotas más elevadas y en enclaves donde se podía acumular algo de agua. Los boletus edulis comenzaron a asomar junto a especies como la amanita cesárea, mucho más escasa en cuanto a volumen comercial pero que hasta ahora había dejado algunos ejemplares en las cestas. Los brotes fueron principalmente en Pinares, Tierras Altas y algún punto concreto de El Valle.
No obstante, la semana pasada dejó buenas perspectivas. Algunas lluvias bastante generalizadas y una bajada de temperaturas (los primeros boletus venían bastante agusanados) crearon un buen cóctel para un segundo brote que se espera para finales de esta semana o mediados de la que viene.
Ayer, sin ir más lejos, la tormenta tropical Leslie pasó por Soria dejando más comentarios positivos entre recolectores micológicos y redes sociales que problemas constatados. Llovió prácticamente en toda la provincia con cantidades que oscilaron entre los seis y los 7,5 litros por metro cuadrado como tónica general, con una horquilla térmica que se mantuvo entre los 10 y los 15 grados. Condiciones idóneas para una buena fructificación si se mantienen.
Para esta semana, las perspectivas son bastante halagüeñas en este sentido. Las heladas están prácticamente descartadas y las máximas sólo se acercarán a los 20 grados centígrados el miércoles, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología. La horquilla, aunque variable según la jornada, se enmarcará entre los 18 y los seis grados centígrados como tónica general en la provincia.
El miércoles por la tarde, el viernes y el jueves las probabilidades de lluvia son elevadas e incluso en la propia mañana de hoy no es descartable algún chubasco. Con la venta de licencias a buen ritmo en los dos cotos de la provincia (Urbión y Montes de Soria), ingredientes esperanzadores para que, aunque tarde, la campaña otoñal de 2018 compense las previas.