Las cuentas de 2019 confían en la marcha al alza de la economía
El Consistorio prevé mayores ingresos inmobiliarios, por renta y actividades
Una confianza en la evolución positiva de la economía. Es lo que refleja el borrador de presupuestos para el año próximo, presentado hace unos días, que anota subidas en varios conceptos de ingresos, especialmente ligados a recaudaciones ajenas al municipio. También sobre algunas operaciones y perspectivas de la actividad local. Rentas, empresas, consumo e inmobiliaria son las áreas en las que se espera un repunte en las cuentas que rozan los 57 millones. El panorama alcista se amplía además con mejores horizontes en las transferencias de la Comunidad.
En cambio, no se advierte una elevación en el grueso de las tasas y tributos municipales, ni siquiera con la actualización según el IPC acordada por el pleno. Ajeno a esta puesta al día se encuentra el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), en el que se detecta un incremento de 200.000 euros, hasta llegar a los 13 millones contabilizados. La causa debe encontrarse en un mayor número de recibos consecuencia del crecimiento del parque de viviendas.
En este ámbito de los inmuebles, una economía más favorable se traduce en el alza del precio de las viviendas. El Consistorio entiende que habrá más transacciones y que los valores se recuperan, de ahí que las plusvalías (el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana) pasa de los 1,2 millones de 2018 a los 1,6 presupuestados.
Ligados a la actividad y sus expectativas se encuentran los ingresos por venta de parcelas y de aprovechamientos maderables. En uno y otro caso se mantienen prácticamente los cálculos del presente ejercicio: tres millones en el primero (baja de 100.000 euros) y 1,5 en el segundo. Por su parte, el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras permanece en el mismo nivel del millón. E igualmente se estancan en la marca de los 300.000 euros las licencias urbanísticas. En cambio, las autorizaciones para abrir nuevos negocios suben hasta los 50.000 euros, 10.000 más que en 2018.
El Consistorio espera una mayor recaudación del IRPF, de manera que lo que llegue por la cesión de rendimientos aumentaría hasta los 950.000 euros, con una diferencia de 60.000 sobre el actual ejercicio. La confianza en un mayor consumo se desprende de lo anotado por cesión del IVA: 150.000 euros más y un total de 800.000.
En cuanto al Impuesto sobre Actividades Económicas, no varían los 600.000 euros de la parte local, pero sí la partida llegada del Estado: 50.000 euros de refuerzo en un registro de 650.000. Sobre las bebidas alcohólicas y otros impuestos sobre los que el Consistorio no tiene competencia, lo que le corresponde al Ayuntamiento permanece en niveles de 2018. La excepción es la participación en los hidrocarburos. Aquí los 164.000 euros de las cuentas actuales pasan a 180.000.
Si la impresión de más comercio se trasluce en lo referente a las licencias de apertura, la venta a pie de calle en puestos ambulantes no seguiría la misma bonanza. De hecho, el borrador rebaja a 65.000 euros los 110.000 de este año. Por lo demás, ocupaciones de suelo por distintos motivos de labor permanecen invariables.
La economía reforzada alcanza a la Comunidad Autónoma. El Fondo Complementario de Financiación crece en los ingresos (como transferencia corriente) en 400.000 euros y se colocan en 6,2 millones.