INVESTIGACIÓN
Cesefor afronta 2019 con dos millones de euros comprometidos en proyectos
Amplía su cartera de clientes empresariales y entra en la Red de Centros Tecnológicos
El Centro de Servicios y Promoción Forestal (Cesefor) remonta el vuelo. Tras unos años muy complicados en el plano de gestión que se saldaron con una amplia deuda y rupturas sonadas, incluso con Ayuntamientos, el horizonte se ve con más optimismo. El patronato se reunió ayer para hacer balance de 2018 y conocer la previsión para este año y, aunque queda mucho por hacer, las cifras cuadran.
A falta de que las cifras sean definitivas, el año anterior se logró revertir el crecimiento de la deuda y convertirlo en reducción y en este primer mes de 2019 la situación invita a pensar que se repetirá la situación. El director ejecutivo de Cesefor, Pablo Sabín, avanzó que «empezamos con dos millones de euros en proyectos comprometidos, un muy buen punto de partida».
Esto supone que «gran parte de las necesidades» anuales «están satisfechas a día de hoy» aunque haya que complementarlo para redondear las previsiones. De hecho, hay «otros cinco millones de euros en proyectos en fase comercial, en los que no sabemos si seremos elegidos o no». En resumidas cuentas, si al centro le sale todo lo que ha buscado para este año, podría alcanzar los siete millones de euros. Y en el peor de los casos, ya hay dos millones de euros garantizados para trabajar en la actualidad. «Con la tasa de éxito que venimos teniendo, creemos que cubrimos las necesidades presupuestarias de una forma solvente».
Estos proyectos llegan tanto desde el sector público como el privado y van desde el ámbito provincial de las diputaciones al europeo. Como ejemplos, Sabín citó casos como el de «madera para uso estructural» junto a dos empresas sorianas, productos no maderables como la resina, el piñón, la castaña o la micología o formación. «Estamos funcionando razonablemente bien» con la dualidad entre trabajos para administraciones y particulares.
Por su parte el presidente de la Diputación y por tanto miembro del patronato, Luis Rey, consideró el balance «altamente satisfactorio. Positivo en términos de funcionalidad y de trabajo», teniendo en cuenta que dependen del centro 35 nóminas a día de hoy. De hecho el cambio ha sido tal que llegó a hablar de «refundación».
Rey alabó la apuesta de la Junta de Castilla y León tanto a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente como de la de Economía y el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE). La suma de Facyle y la Universidad de Valladolid (UVa) «permiten que este año (por 2018) hayamos avanzado en lo económico y en lo técnico». Destacó como datos significativos, el «impulso muy notable» en la colaboración con empresas y el haber entrado en la Red de Centros Tecnológicos de Castilla y León.
Sabín incidió en que «el 30% ó 40%» es financiación pública no competitiva mientras el «60% ó 70% es por nosotros mismos en un ámbito muy competitivo». El entrar a formar parte de la red supone facilitar la estabilidad al garantizar un flujo de empresas interesadas en I+D+I que pueden ser derivadas a través de la Junta.
El también patrono por la diputación José Antonio de Miguel reconoció el «buen sabor de boca» de esta nueva etapa. «Las personas dirigiendo este centro nos merecen la confianza y el balance es positivo», en parte gracias al «objetivo de la anterior legislatura de que la Diputación no abandonase el Cesefor» y al apoyo de la junta.
Por último la directora del ICE en Soria, María Dolores Boren, felicitó a Sabín por un «vuelco de 180 grados» y glosó la entrada en la Red de Centros Tecnológicos por la mayor facilidad para contratar. El ICE aportó un millón de euros.
Buena parte del optimismo en torno al futuro del Cesefor se mide en euros. Aunque las cuentas de 2018 están «sin cerrar», el presidente de la Diputación y patrono, Luis Rey, cifró en 160.000 euros el superávit que se puede dedicara reducir la deuda. «El objetivo es reducirla paulatinamente».
No obstante el director ejecutivo de Cesefor, Pablo Sabín, reconoció que «el camino es largo». La deuda rondaba el millón de euros y con esta reducción «andamos por encima de los 800.00 euros. El camino es largo, pero lo importante es caminar», sentenció.
No obstante no hay un plazo estricto para llegar a la esperada deuda cero, aunque sí la voluntad de que la senda iniciada en año pasado sea estable. «Lo más importante es quitar deuda cada año, un poquito de deuda. El objetivo es quitar todos los años un poquito».
Dentro de su plantilla prácticamente seis de cada siete empleados son titulados universitarios y hay apenas «cuatro o cinco auxiliares. Aunque «no es el objetivo», en el año de la inflexión se logró incrementar la cifra y se realizaron «dos contratos estratégicos con vocación de futuro» una vez estudiadas las necesidades. El camino es «intentar ser muy cumplidores con proyectos, plazos y recursos» para que todo cuadre.
El miembro del patronato José Antonio de Miguel también abrió otra vía de reducción de deuda. Y es que en parte «es pública, con los ayuntamientos y la Junta de Castilla y León». En este sentido avanzó su intención de negociar con el Ejecutivo autonómico para intentar que se condone, aunque sea con cargo al Fondo de Mejoras. «Es cuestión de negociar», afirmó. No obstante insistió en las buenas sensaciones transmitidas en esta ocasión al haber «más organización, un personal que responde y objetivos concretos». Palabras de respaldo para una nueva etapa más despejada.