El desabastecimiento de fármacos obliga a volver al médico a por receta

Los problemas de desabastecimiento de fármacos que solían ser puntuales se han convertido en algo cotidiano. «No hay mejora, estamos estancados» reconoció el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Soria, Javier Alonso. Hasta el punto de que cada vez es más habitual que los pacientes tengan que volver al médico para cambiar la receta, con lo que eso implica tanto en el sistema sanitario como para el propio paciente.

En las últimas semanas, en las farmacias de Soria los principales problemas de suministro que se han detectado han sido las presentaciones de ácido acetilsalicílico para prevención (Adiro y Tromalyt) o tratamiento de eventos cardiovasculares (Hemovas, Cafinitrina y Adalat), algunas presentaciones indicadas en procesos gripales (Stopcold), preventivos de cálculos renales (Acalka y Uralyt-Urato), antieméticos (Primperan) o algunas presentaciones concretas de Ibuprofeno en sobres o jarabe, según informó el Colegio de Farmacéuticos. De los medicamentos que han tenido problemas destacan aquellos relacionados con sistema cardiovascular (36%) y sistema nervioso (24%).

«Algunos faltan unos dos o tres meses y luego vuelven, hasta que pasa otra vez», explicó Alonso, evidenciando que el problema sigue enquistado, derivándose consecuencias para los tratamientos porque en algunos casos no existen fármacos alternativos. «Es el caso del Adiro 300, que es para la circulación, para prevenir infartos y problemas cerebrovasculares, y también del Kreon, para problemas encimáticos», añadió el presidente del Colegio de Farmacéuticos, refiriéndose a las consecuencias, no sólo regresar a la consulta, «es que además tienen que acostumbrarse al nuevo tratamiento».

Recientemente se han registrado problemas de desabastecimiento en fármacos oncológicos, pero exclusivamente a nivel hospitalario, recalcaron desde el Colegio de Farmacéuticos. Recordaron que la falta de medicamentos viene afectando desde hace años a España y al resto de Europa, sin embargo, se está conviertiendo en un problema al alza, lo que preocupa al sector farmacéutico ya que la dificultad al acceso a los medicamentos puede repercutir en un problema de salud, por retrasos o abandono del tratamiento, en la posible aparición de efectos adversos o por tener que usar alternativas menos eficaces, según el Colegio soriano.