ECONOMÍA
Las «malas» rebajas agravan el pesimismo del comercio local
Desde el centro se habla de «las peores» en décadas
El comercio soriano lleva años advirtiendo de su precaria situación y estas últimas rebajas han supuesto la confirmación definitiva: La cosa no va bien. En el centro se califican no sólo de «malas», sino que se catalogan entre las peores que recuerdan comerciantes veteranos. En Camaretas enero se salvó, pero un febrero inusualmente cálido hizo mella en una oferta principalmente textil y de invierno.
«Muy bajas», resumió el presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Soria (FECSoria), Jesús Muñoz. «Puedo asegurar que han sido las más malas no como FECSoria, sino como tienda, que he vivido». Y eso, cuando «llevo detrás del mostrador más de 40 años», es una valoración muy dura de las últimas rebajas, cuyo período oficial en Castilla y León concluyó la pasada semana.
La situación es «difícil, complicada» y no se vislumbra una salida fácil. Las temperaturas especialmente altas en esta época del año no se tienen tanto en cuenta al menos en lo relativo a las tiendas del centro. «Los comerciantes siempre queremos buscar culpas pero no es así».
Por ello Muñoz aludió a dos factores que son los que realmente han influido en esta evolución a la baja que no viene de los últimos meses. El primero es «un cambio en los hábitos». La gente «prioriza el ocio o un viaje a comprar una prenda de ropa o cambiarse el sofá», por lo que migran del comercio a los servicios.
El segundo factor es el «cambio en las formas de comprar. Es muy cómodo, no tienen ni que salir a la calle y quieren que se lo lleven a casa». Obviamente, las alusiones son a comercio electrónico a través de internet. «Como no nos animemos a cambiar al comercio de cercanía, lo vamos a pasar muy mal».
El presidente de FECSoria recordó que el consumo en comercio de proximidad supone «generar riqueza a quienes generan riqueza» en las propias ciudades. Sin embargo, los últimos tiempos están siendo complicados y Muñoz contabilizó «cuatro cerrados en Puertas de Pro y otros tres en la calle Numancia» de forma reciente.
Algo menos pesimista se mostró el gerente del Centro Comercial Camaretas, Félix Sanz, quien no obstante distinguió dos etapas en estas últimas rebajas . «Enero fue positivo pero febrero no, principalmente por el tema climatológico». La tónica no fue «en cuanto al general de ventas» excesivamente distinta de otros años, pero sí se dejó sentir la climatología.
Sanz explicó cómo en Camaretas la oferta es principalmente textil. Obviamente las rebajas de invierno ponen a la venta ropa de abrigo, y con registros que han rondado los 18 grados durante varias jornadas, resulta complicado darles salida. Las temperaturas templadas, en definitiva, hacen menos apetecible esta ropa. No obstante, en conjunto, el balance de las rebajas ha seguido «la tónica de otros años» en la media.
No obstante sí que se ha notado que «ahora las rebajas tienen una fecha de caducidad más corta». Con ello se refirió a que ya aparecen «muchas promociones desde finales de diciembre». Incluso, en años anteriores, FECSoria señaló que hay compras que se adelantan a fechas como el Black Friday. Esto hace que por ejemplo regalos de Reyes se adquieran cada vez antes y la extra navideña se pueda gastar rápidamente. «Lo fuerte dura hasta el 15 de enero».
Ante las voces que reclaman una nueva regulación más clara y uniforme para los períodos de rebajas, el gerente de Camaretas se mostró realista. «La regulación es complicada cuando tienes una plataforma que abre 24 horas al día, 365 días al año, con libertad para programar oferta». De nuevo internet aparece como un factor clave para entender por qué la anunciada recuperación económica no hace despegar al comercio local.
«Nosotros tenemos que estar orientados a los clientes y tenemos que ofrecer un mejor precio siempre», porque la solución seguramente «no sea una regulación nueva para unos días», en referencia a las rebajas. La realidad es que «antes todo el mundo esperaba al día 7 (de enero), pero ahora esto está liberalizado y permite al cliente comprar en otro período.
La realidad es que «por ejemplo, comprar los Reyes ya con rebajas viene perfectamente». No obstante, Sanz abogó implícitamente por aprender a convivir con internet en lugar de intentar enfrentarse. «También es verdad que hace 100 años se cultivaba con un burro atado a un arado. Los tiempos cambian» y el comercio en línea es una realidad ya presente.
Asimismo surgen nuevas tendencias. Ayer, sin ir más lejos, agrupaciones de comerciantes de otras provincias se quejaron por la puesta en marcha de las denominadas rebajas de mid season (mitad de temporada), que prácticamente se solapan con las rebajas de invierno y obligan a mantenerse en promoción constante. Incluso este año se han ofertado descuentos especiales a mujeres con motivo de la celebración del 8M, lo que termina de descuadrar los períodos tradicionales de rebajas.
Los balances de estas últimas rebajas, desde Galicia hasta Canarias, no han sido por lo general muy esperanzadores para el comercio tradicional, si bien en Soria la pérdida de población puede suponer una dificultad añadida. También el envejecimiento –la población mayor suele ser menos dada a ciertos dispendios– se ha barajado como uno de los factores agravantes de la bajada de ventas.
Sea como fuere, el balance de estas rebajas de invierno evidencia que no se trata de un bache de dos meses, sino de una tendencia especialmente preocupante en el centro. El comercio local se enfrenta a un mundo cambiante y global. ¿Promover un cambio de tendencia o adaptarse al mundo digital?